Investigadores
alemanes alertaron este miércoles sobre un desafío que deberá enfrentar
el Titanic y que lo pone en un peligro similar al que lo hizo hundirse
hace 105 años.
Los
restos del gigante que protagonizó la tragedia marítima más grande de
la historia podrían desaparecer dentro de 15 o 20 años por las bacterias
que carcomen su casco a 4 mil metros de profundidad.
El trasatlántico de lujo, que se hundió en la noche del 15 de abril
de 1912 y se llevó la vida de 1.500 pasajeros, en en breve, será visto
únicamente a través de las réplicas que hizo James Cameron para su
película.
"El casco está recubierto de óxido y de organismos", explica Antje
Boetius, bióloga marina del Instituto Alfred Wegener para la
Investigación Marítima y Polar de Bremerhaven, en el norte de Alemania.
Hace años, los investigadores descubrieron un tipo de bacteria "destructora" sobre el óxido que recubre los restos del navío.
"En realidad, esta bacteria crece donde se registran temperaturas
superiores a los 30 grados centígrados. Y ahí, donde se encuentra el
casco, la temperatura es de unos cuatro grados", indicó Boetius.
A pesar de que el frío fondo marino debería garantizar su
conservación, los microbios logran descomponer las paredes de los restos
de la nave.
Pero la muerte del Titanic es lenta. "Estas bacterias no consumen la
superficie milímetro a milímetro, sino que someten al barco a una
especie de picaduras que provocan que el casco sea cada vez más
inestable y se desintegre", cerró la bióloga.
Una expedición franco-estadounidense descubrió en el Océano Atlántico
los restos del Titanic en 1985, a 3.800 metros de profundidad.
Desde entonces, se pudieron rescatar muchos objetos de su interior,
con los que se organizaron exposiciones e investigaciones sobre el
célebre transatlántico.