Lector: Una compañera y yo trabajamos en nuestra área hace ya un par
de años. Tuvimos un momento difícil, pero reconocimos nuestros errores y
nos dedicamos a corregirlos e instituir procedimientos nuevos.
Sin embargo, antes de darle a nuestras mejoras la oportunidad de
funcionar, nuestro director decidió que necesitábamos supervisión, y
trajo a una persona nueva. Me alegré de hacer la carga más liviana y me
sentí más tranquila por no asumir toda la responsabilidad. Aunque me
preocupó un poco que fuera a interrumpir el buen ritmo que mi compañera
de trabajo y yo habíamos desarrollado, el nuevo supervisor es bastante
tranquilo y todos nos llevamos bien.
El problema es que es muy joven, y aunque su hoja de vida es
impresionante, parece que fue puesto como supervisor sin ninguna
experiencia práctica. Él no hace mucho, aparte de hablar conmigo cuando estoy tratando de trabajar. A menudo parece que lo estamos adiestrando, sin estar en la posición de decirle lo que necesitamos que haga.
Mientras tanto, ahora que las mejoras que tanto nos costó implementar
están teniendo éxito, se ve que necesitábamos un gerente, y el nuevo tipo se queda con todo el crédito.
No me puedo quitar la sensación de que en esta dinámica tiene algo que
ver que mi compañera de trabajo y yo seamos mujeres, y nuestro nuevo
supervisor, hombre.
¿Qué debo decir cuando el director me pregunte cómo trabaja [el supervisor]?
Karla: ¿Has escuchado la expresión “condénalo con elogios débiles”?
“Ay, Sparky es genial. Él confía en mi compañera y en mí para que nos hagamos cargo de las cosas. Y sé que podríamos acudir a él si tuviéramos problemas“.
Pero una habilidad clave para la supervisión de las personas consiste
en saber cuándo permanecer fuera del camino de un sistema que está
funcionando efectivamente.
Aún así, la próxima vez que él converse contigo, intenta involucrarlo:
“Oye, me alegra que estés acá, mi compañera y yo estamos llenas de
trabajo y sería ideal si me pudieras dar una mano con [las tareas que él
necesita aprender]. ¿Crees que me podrías ayudar?” Él mismo sentirá que
no puede o —lo ideal— será útil.
Dado que su contratación ocurrió al mismo tiempo que la
implementación de los nuevos procedimientos, es poco probable que puedas
aclarar las cosas si él ya se tomó el crédito. Pero en el futuro tú y
tu colega pueden documentar la solución de los problemas con un correo
electrónico entre ustedes, presentarle a Sparky sus soluciones para que
las apruebe y luego comunícalas al Director, con copia a Sparky en el
correo, por supuesto. De esa manera, aunque respetas la jerarquía y
sigues los canales apropiados, también informas sutilmente de dónde
vienen realmente las ideas.
Sé que es difícil trabajar bajo su sombra mientras él absorbe la luz del sol.
Pero si lo mantienes al tanto cuando ocurren los problemas, él también
puede dar refugio si hay consecuencias. Un supervisor inteligente cuida a
su equipo y lo hace lucir bien.