Los abogados de la Casa Blanca empezaron esta semana a preparar el
terreno para un proceso de destitución del presidente, conocido en
Estados Unidos como "impeachment", aunque es una posibilidad que todavía
ven remota, según la CNN.
El
inicio del juicio político depende de un voto mayoritario en la Cámara
de Representantes, que está dominada cómodamente por los republicanos y
que por ahora siguen fieles a su presidente, Donald Trump, a pesar de
las investigaciones que acechan sus primeros meses en la Casa Blanca.
Según la cadena estadounidense, que cita a dos personas con
conocimiento directo de estas consultas legales, Trump está convencido
de que conserva la confianza de los republicanos.
Pese a eso, los abogados de la Casa Blanca consultaron esta semana
con expertos en "impeachment" para conocer mejor cómo funcionaría ese
eventual proceso.
Algunos demócratas ya hablan abiertamente de buscar el inicio del
proceso de destitución desde el despido la semana pasada del hasta
entonces director del FBI, James Comey, que lideraba la pesquisa sobre
los presuntos nexos de la campaña de Trump con Rusia.
Sin embargo, tan solo un congresista republicano, Justin Amash, se ha mostrado partidario de ello.
Una vez abierto el juicio político por el voto mayoritario de la
Cámara Baja, que culmine con la salida forzada del jefe de Gobierno
requiere el voto de dos tercios del Senado, que ahora también está
controlado por una mayoría conservadora.
El Congreso inició pero nunca culminó el "impeachment" de los
presidentes Andrew Johnson (1865-1869) y Bill Clinton (1993-2001),
mientras que la posibilidad del juicio político forzó la dimisión de
Richard Nixon en 1974.