Jon Wolfsthal, exasesor de la Administración de Obama en control de armas y la no proliferación, advierte del riesgo de que se desate “un conflicto accidental o una escalada no deseada”.
Un tanque M1A2 del Ejército estadounidense cruza un puente durante un
ejercicio conjunto de EE.UU. y Corea del Sur en Yeoncheon (Corea del
Sur) afirmó: “Cualquier persona de a pie estaría preocupada cuando el
presidente de EE.UU. habla de la posibilidad de una guerra con Corea del
Norte”, opina Jon Wolfsthal, especialista en control de armas y no
proliferación.
Según el experto, existe una razón por la que todo presidente desde Dwight Eisenhower “ha trabajado muy duro para asegurar que no tengamos otra guerra en la península coreana”: que sería “devastadora”.
¿Guerra preventiva?
EE.UU. sobre Corea del Norte: “La era de la paciencia estratégica ha
terminado” “¿Podría lanzar el presidente estadounidense una guerra
preventiva contra Corea del Norte?”, se plantea Wolfsthal, que fue
asesor de la Administración de Obama como director del control de armas y
la no proliferación en el Consejo de Seguridad Nacional entre 2014 y
2017.
“Vimos lo que sucedió en Irak con el presidente Bush cuando
tratas de impedir que un país tenga capacidad de hacerte daño, y ese era
un país menos fuerte que Corea del Norte”, recuerda.
Asimismo, destaca que, por el momento, la retórica de Trump “es
débil” debido a que no existe “un aumento importante” de la capacidad
militar de EE.UU. en la península —elemento determinante en cualquier
conflicto “lanzado” por Washington— y hace hincapié en que hay que
prestar atención al “riesgo de un conflicto accidental o una escalada no
deseada”.
El este sentido, Wolfsthal advierte que el aumento de la
tensión corre parejo a un aumento del temor por parte de Pionyang en
relación a la posibilidad de “actuar primero” para “evitar” que lo haga EE.UU.
De igual manera, se refirió al papel de China: “Eso es parte de lo
que tiene que cambiar”, recalca Wolfsthal. Según él, China “necesita
más” a EE.UU. que al revés, por lo que tanto los bancos como las
empresas navieras chinas deben posicionarse sobre con quién quieren
hacer negocios: si con Pionyang o con Washington.
¿Cuál es la solución?
Wolfsthal tiene claro cuál es la solución para la actual situación,
tal y como declaró el secretario de Estado Rex Tillerson a los miembros
del Senado la semana pasada: devolver de nuevo a Corea del Norte a la
mesa de negociaciones. “No hay manera de resolver el problema bombardeando, tiene que haber un acuerdo negociado”, concluye.