Cuando Donald Trump viaja en el famoso Air Force One, siempre está acompañado por una aeronave que lo protegerá de un posible ataque nuclear.
El Air Force One es probablemente el avión más famoso en los cielos, pero tiene un hermano sombrío, cuyo papel es mucho más importante: la aeronave super secreta E-4B, conocido como el ‘avión del juicio final’ (doomsday, en inglés), sigue el presidente estadounidense, Donald Trump, de cerca en sus viajes por todo el mundo para actuar en caso del estallido de una guerra nuclear.
El Air Force One es probablemente el avión más famoso en los cielos, pero tiene un hermano sombrío, cuyo papel es mucho más importante: la aeronave super secreta E-4B, conocido como el ‘avión del juicio final’ (doomsday, en inglés), sigue el presidente estadounidense, Donald Trump, de cerca en sus viajes por todo el mundo para actuar en caso del estallido de una guerra nuclear.
Se trata de un Boeing 747 especialmente modificado que escolta al inquilino de la Casa Blanca sobre todo cuando viaja al extranjero. En la flota aérea del país norteamericano hay cuatro aeronaves de este tipo, según indicó el pasado martes la revista estadounidense Politico.
El avión, también llamado Puesto de Mando Aerotransportado Avanzado, tiene la capacidad de comunicarse con cualquier persona desde cualquier parte del mundo.
Su única función es apoyar a analistas y estrategas militares durante una crisis militar. El diseño del avión está destinado a sobrevivir a un fuerte pulso electromagnético con todos los sistemas intactos.
link: https://www.youtube.com/watch?v=maZdUtB0ojs
Los E-4B, en servicio durante la Guerra Fría desde la década de 1970, están equipados como centros de mando completos para el jefe de Estado y altos funcionarios, incluyendo al secretario de Defensa y a los jefes del Estado Mayor Conjunto en caso de una guerra nuclear o una emergencia nacional.
Este avión tiene tres cabinas y es capaz de operar con una tripulación más grande que cualquier aeronave de la historia de la Fuerza Aérea de EE.UU., unas 112 personas y, además, dispone de una antena que mantiene al mandatario comunicado con la flota de submarinos nucleares, incluso si las comunicaciones terrestres son destruidas.
Las aeronaves tienen la capacidad de hacer reabastecimiento en vuelo y de permanecer en el aire y en funcionamiento hasta más de 35 horas, aunque han sido diseñadas para poder volar ininterrumpidamente por una semana completa.
Los E-4B se encuentran apostados en la base aérea de Offutt cerca de la ciudad de Omaha, en el estado de Nebraska (centro). Uno de los aviones se mantiene en marcha en todo momento, con el motor funcionando las 24 horas del día en la base, cuando el presidente se encuentra en territorio nacional. Si ocurre una emergencia, el avión está listo para servir casi de inmediato al jefe de Estado.