Hace 120 años, un 26 de mayo de 1897, en medio de un día gris, nació
“Drácula” en el centro de Londres, una novela gótica creada por el
novelista y escritor irlandés, Bram Stoker. Se dice que en sus primeros
siete años, Stoker sufrió una parálisis que le impedía movilizarse.
Contradictoriamente, al escritor no le alcanzó la vida para presenciar
el éxito de su obra, que llegó años después de su muerte, con la
adaptación que se hizo para Broadway, en la década de los 20.
Tiempo
después, en 1931, el vampiro de Transilvania se convirtió en ícono
cultural gracias a la cinta hollywoodense dirigida por Tod Browning y
protagonizada por Bela Lugosi. Luego de 60 años, en 1992, llegó al cine
la exitosa adaptación de Francis Ford Coppola, que estelarizan Gary
Oldman y Winona Ryder. Stoker creó a su conde Drácula a partir de la
vida del príncipe de Valaquia, Rumania, Vlad Tepes, quien en el siglo 15
cobró fama porque le encantaba empalar a sus enemigos, sádica costumbre
por la que era conocido como “El Empalador”.
Stoker no solo publicó 'Drácula', antes, en 1890 publicó su
primera novela: “El paso de la serpiente”, seguida de su obra maestra
“Drácula” (1897) y, posteriormente, publicó “El misterio del mar”, “La
joya de las siete estrellas” y “La dama de la mortaja”.