Una
bacteria desconocida en la Tierra ha sido descubierta en un filtro de
la Estación Espacial Internacional (ISS). La NASA ha bautizado este
nuevo organismo como «Solibacillus kalamii», en homenaje al presidente
indio Abdul Kalam, fallecido en julio de 2007, que destacó por su
implicación en la investigación espacial.
La
bacteria Solibacillus kalamii ha sido hallada en un filtro del sistema
de limpieza del laboratorio de la plataforma orbital. Los científicos
precisan que permaneció a bordo de la ISS durante 40 meses, entre enero
de 2008 y mayo de 2011. La NASA comenzó su estudio en 2013, aunque el
científico Kasthuri Venkateswaran publicó su descubrimiento en el Diario
Internacional de Microbiología Sistemática y Evolutiva este año, según
informa The Wire.
¿De origen extraterrestre?
A pesar de orbitar la Tierra a unos 400 kilómetros de la Tierra, la
ISS alberga muchos tipos de bacterias y hongos que cohabitan la estación
con los astronautas que viven y trabajan allí. Venkateswaran cree poco
probable que se trate de una forma de vida extraterrestre. El
laboratorio de la NASA sospecha que la bacteria viajó desde la Tierra a
la estación con una de las cargas y mutó en el espacio, donde resistió
durante más de tres años.
Resulta interesante para los científicos porque no ha resultado
afectada por las intensas radiaciones ultravioletas y las temperaturas
de entre -20 y -40 grados Celsius en el espacio, señala France Info. Su
descubrimiento podría servir para proteger a los astronautas ante la
perspectiva de una larga expedición hasta Marte. No es la primera
bacteria conocida resistente a las radiaciones cósmicas: algunas algas
verdes, presentes en el exterior de la ISS, también han logrado
sobrevivir durante 530 días.
Del tamaño de un campo de fútbol, la estación espacial es el objeto
hecho por el hombre más grande que orbita la Tierra. Su construcción se
inició en 1998. Su peso es de alrededor de 419 toneladas y puede
albergar un máximo de seis astronautas a la vez. A día de hoy, 227
astronautas han volado a la estación espacial. Al ser un ambiente
completamente cerrado, todo el aire y el agua se reciclan y resulta
fundamental mantenerla limpia para evitar la proliferación de bacterias y
hongos dañinos