Podría
ser el método para aquellos que por no disponer del tiempo necesario,
ser más afines al sedentarismo o tener impedimentos debido a distintas
enfermedades, no pueden realizar ningún tipo de actividad física y, por
consiguiente, no gozan de los beneficios que proporciona el constante
entrenamiento. La solución llegaría a través de una prometedora
sustancia.
"La
pregunta para nosotros fue ¿cómo funciona la resistencia? Y si éramos
capaces de entender la ciencia para reemplazar el entrenamiento con una
pastilla", dijo Ronald Evans, uno de los científicos del Instituto Salk,
en La Joya (EE.UU.). Este fue el punto de partida para desarrollar una
sustancia que permite modificar las células musculares de modo que
resulte no solo en un organismo más resistente sino también para que
eliminen calorías, de una manera equivalente a lo que sucede al hacer
ejercicio físico.
¿Cómo llegaron a la píldora? Primero, los científicos identificaron
un mecanismo genético que se produce al correr, cuando se activa el gen
llamado PPARD, produciendo los mismos efectos que en los entrenamientos.
Luego, descubrieron de qué manera activarlo en ratones sedentarios con
un compuesto químico, imitando los beneficios del ejercicio, incluyendo
quema de grasa y estamina (fortaleza física).
Desarrollaron la molécula GW1516, que ayudó a los roedores a bajar de
peso sin aumentar la resistencia física. Lo utilizaron para alimentar
con grandes dosis a un grupo de roedores, para compararlo con otros a
los que se les proporcionó una alimentación normal. El experimento duró
ocho semanas. Por último analizaron los músculos.
En los resultados, publicados en la revista especializada Cell
Metabolism, se apreció que los que consumieron el compuesto químico
lograron correr durante unos 110 minutos más. El GW1516 les permitió
resistir a la actividad un 70% más que a los que llevaron un hábito
sedentario. Y además detectaron que éstos tenían más de 1.000 genes
modificados, entre ellos, el gen encargado de la eliminación de grasas.
Los científicos apuntan que con el hallazgo aquellas personas que
presenten problemas del corazón, enfermedad pulmonar o diabetes o
cualquier otra limitación, podrán sumar farmacológicamente los
beneficios del la actividad física. Podría ser útil en el futuro para
mejorar la resistencia de las personas que quieren bajar de peso y
mejorar la resistencia aeróbica.
"El ejercicio activa el PPARD (mecanismo genético), pero estamos
demostrando que se logra lo mismo sin entrenamiento. Significa que se
puede mejorar la resistencia al nivel de alguien que entrena sin
esfuerzo físico", señaló el líder del trabajo, Weiwei Fan.