Hacía
tiempo que no oíamos hablar de ella, aunque sigue siendo la estrella
más misteriosa del Universo conocido. KIC 8462852, más conocida como la
"estrella de Tabby", por su descubridora, la astrónoma Tabetha Boyajian,
se hizo mundialmente famosa en septiembre de 2015, cuando un grupo de
astrónomos anunció una serie de extraños descensos en su brillo que no
seguían ningún patrón aparente, un comportamiento jamás observado hasta
la fecha en ninguna otra estrella conocida.
En
aquél momento, los astrónomos aventuraron que la misteriosa conducta
podía deberse a una nube de cometas gigantes, que al pasar por delante
de Tabby taparían parte de su luz. Otros, sin embargo, se atrevieron a
sugerir que podíamos estar frente a una enorme megaestructura
alienígena, quizá una esfera de Dyson construida por una civilización
muy avanzada con el objeto de aprovechar la energía de ese sol lejano.
Las especulaciones se dispararon por todo el mundo, y se
multiplicaron los estudios científicos y las observaciones de la
estrella para tratar de ofrecer una explicación natural al fenómeno.
Pero no se consiguió. Incluso el SETI, el organismo que busca
sistemáticamente señales inteligentes en el Universo, empezó a rastrear,
sin resultados, emisiones de radio procedentes de KIC 8462852.
Y ahora, después de dos largos años de estudios científicos
infructuosos, la misteriosa estrella lo ha vuelto a hacer. Y se está
oscureciendo de nuevo.
Las primeras indicaciones de que Tabby volvía a reducir su brillo
llegaron el mes pasado desde el Observatorio Fairborn, en Arizona. Su
telescopio robótico, en efecto, detectó un súbito descenso de
luminosidad el pasado 24 de Abril. En apenas una semana, la estrella
volvió a la normalidad, pero el evento fue suficiente para volver a
despertar el interés de los astrónomos.
La cosa, además, no quedó ahí. El 12 de mayo, un equipo de cuatro
astrónomos del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) obtuvo una
serie de medidas "sospechosas" y que apoyaban la idea de que estaban
ante un nuevo evento de oscurecimiento en ciernes. Los investigaores se
pusieron inmediatamente en contacto con Tabetha Boyajian, la
descubridora de la estrella, para intercambiar datos y compartir
información. Tras dos días de discusión y verificación de datos,
Boyajian envió a la comunidad internacional un primer mensaje de alerta,
anunciando las observaciones que se habían hecho en La Palma y
advirtiendo que la estrella podría encontrarse, de nuevo, en un estado
anómalo.
Numersos telescopios de todo el mundo se pusieron manos a la obra, y
el 18 de Mayo, según informa Universe Today, los astrónomos de Arizona
anunciaron que la estrella había perdido hasta el 2% de su brillo, ¡tras
una sola noche de observación! y lanzaron a su vez una alerta a los
principales observatorios del planeta para que les ayudaran a observar
el fenómeno.
Con estos datos en la mano y en cuestión de minutos, Tabetha Boyajian
se puso en contacto con Jason Wright, profesor de Astronomía en la
Universidad Estatal de Pensilvania, para contarle las noticias. Wright,
que fue el primero en aventurar la hipótesis de la megaestructura
extraterrestre, recibió la llamada a las cuatro de la mañana del 19 de
Mayo. Para entonces, el brillo de Tabby se había reducido ya en un 3%.
Apenas 24 minutos después, a las 4:24, Wright divulgó en Twitter que
la misteriosa estrella estaba, otra vez, haciendo de las suyas. Y unas
horas después, Wright y el director del SETI, Andrew Siemion,
organizaron un webcast en directo para explicar al público lo que estaba
pasando.
La historia ha continuado a lo largo de estos últimos días, y la
estrella de Tabby se encuentra ahora mismo en pleno evento de
oscurecimiento. Sin embargo, y a diferencia de ocasiones anteriores, los
astrónomos están preparados, con sus telescopios apuntando y recogiendo
datos. El equipo de Canarias, que ha jugado un papel protagonista en
esta historia, espera que sus observaciones sean una pieza clave del
puzzle que finalmente ayude a desentrañar los misterios de la estrella
más extraña de todo el firmamento.