La
jornada posterior al primer ataque directo de EEUU contra el gobierno
de al Asad, el aliado de Moscú en Siria, estuvo marcada por un fuerte
cruce dialéctico, pero no hay señales de una posible escalada bélica.
Algunos sospechan que Trump usó la acción como maniobra distractiva.
El
ataque de EEUU a una base siria
supone un duro golpe para la delicada relación entre Moscú y
Washington. Al Kremlin, que ha sostenido en el poder al gobierno de
Bashar al Asad, no le ha gustado que
Donald Trump ordenara este ataque en represalia por el bombardeo con gas sarín de población en un área rebelde.
La
jornada del viernes estuvo marcada por un feroz cruce verbal entre
ambos países. Rusia condenó este viernes el lanzamiento de los misiles
estadounidenses y canceló el funcionamiento de un mecanismo de
información mutuo usado por ambos países para avisar de acciones de este
tipo.
El ataque pone a EEUU “a una pulgada de la confrontación militar con Rusia”,
aseguró el primer ministro ruso Dimitri Medvedev.
Por su parte, EEUU dijo que
está investigando si Rusia es responsable del ataque químico del martes.
En
Naciones Unidas, representantes rusos y estadounidenses escenficaron su
choque. "Estados Unidos dio un paso muy medido anoche", dijo Nikki
Haley, embajadora de EEUU ante la ONU, durante una reunión especial del
Consejo de Seguridad centrada en Siria. "Estamos dispuestos a hacer más,
pero esperamos que no sea necesario".
La reunión del Consejo de
Seguridad, el órgano que toma decisiones sobre la paz y la guerra en el
orden internacional, fue convocada a petición de Rusia quien se quejó de
que había sido violado el derecho internacional.
El representante ruso, Vladimir Safronkov, advirtió de consecuencias "extremadamente serias" tras el ataque.
Pero a pesar de la fuerte retórica hay señales de que la acción armada estadounidenses pueda ser un hecho aislado. La Casa Blanca no indicó que tuviera intenciones de destituir a al-Asad. "Esta acción fue muy decisiva, justificada y proporcional", dijo Sean Spicer, secretario de prensa del presidente. "Envió una señal muy fuerte no sólo a Siria, sino a todo el mundo".
Rusia fue avisado con antelación
del ataque y los soldados rusos estacionados en la base siria no
hicieron uso de las defensas antiaéreas contra los misiles Tomahawk. Sí
es cierto que Moscú ha dicho que reforzará las defensas aéreas de Siria y
la agencia de noticias rusa Tass informó que una fragata entraría el
mar Mediterráneo el viernes y visitaría la base logística rusa en el
puerto sirio de Tartus, la mayor de Rusia fuera de su territorio.
Pero
aunque este incidente no lleve a una escalada de acciones militares, es
posible que marque un punto de no retorno en el intento de mejorar las
relaciones entre Rusia y EEUU. El presidente Trump había dicho tras su
vicoria que su visión de política exterior para EEUU pasaba por una
mejora de las relaciones con Moscú: "Sería genial si nos pudiéramos
llevar bien con Rusia".
El enfrentamiento pondrá a prueba al
secretario de Estado Rex Tillerson que se dirige a Moscú el miércoles
para reunirse con el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi
Lavrov.
Por: Univision