Tras años de lucha corporal, influenciada por los estándares de la industria de la moda, Liza Golden-Bhojwani se convirtió en una abanderada de los movimientos que buscan apoyar a las mujeres en cuanto a aceptar su cuerpo.
“Comencé a modelar cuando tenía 17 años. Incluso para los estándares de la industria de la moda, yo era delgada. Sin embargo, en un año mi cuerpo comenzó a cambiar.
Desarrollé curvas donde nunca las tuve. Me estaba convirtiendo en una
mujer, pero en mi elección de carrera no era algo celebrado”, confesó la
modelo luego de subir al menos 20 kilos para “ser feliz”.
Con una dieta de apenas 500 calorías diarias y un estricto régimen de
entrenamiento, la estadounidense vivía un constante sufrimiento para
poder subir a las pasarelas.
En vista de sus descensos abruptos y aumentos de peso inconstante, decidió darle vuelta a su vida y aceptar su verdadera figura “curvy”. Ahora aprovecha su experiencia para alentar al mundo con el mensaje que contagia a través de las redes: #bodypositivism.
Este estilo de vida poco saludable la llevó a tomar conciencia,
comentando que fue un largo proceso de aceptación. “¿Por qué lucho
contra mi cuerpo? Voy a dejar de forzar mis propios objetivos y a
escuchar a mi cuerpo. Y eso es lo que hice”, reveló.
Comenzó con un plan alimenticio saludable, una rutina fitness equilibrada y conductas saludables. Poco a poco su figura curvilínea comenzó a delinearse.
La misma industria que le había cerrado las puertas volvió a abrírselas pero desde otro ángulo. Hoy es una influencer y abanderada del movimiento “curvy”.
Pertenece a la agencia de modelos más prestigiosa IMG, la misma que
catapultó a la fama a Kate Moss, musa de firmas internacionales.