Un nuevo estudio de epidemiología infantil asegura que tener una
mascota en casa es beneficioso para el desarrollo de los niños, ayudando
a evitar el desarrollo de alergias y de obesidad en el bebé.
Los beneficios son tan significativos que comienzan cuando la madre aún no ha dado a luz al infante.
El estudio fue
llevado a cabo por una experta en epidemiología pediátrica llamada
Anita Kozyrskyj, de la Universidad de Alberta en Canadá. Después de
estudiar a un total de 746 bebés y niños pequeños llegó a la conclusión
de que los infantes contaban con niveles elevados de dos microbios (Ruminococcus y Oscillospira), los cuales se estima que reducen la probabilidad de que los bebés desarrollen alergias y obesidad a muy temprana edad.
De
hecho, los datos de Kozyrsky aseguran que la prevención comienza desde
el vientre de la madre, cuando todavía son fetos, por lo que el hecho de
que la madre esté relacionada a mascotas durante su embarazo también
era beneficioso.
Más de la mitad de los 746 infantes convivía con al menos una mascota. El 70% de estos bebés vivía con perros, mientras que el resto vivía, en su mayoría, con gatos.
Varios
estudios en el pasado aseguran que convivir con mascotas ayuda a
reducir el estrés y la ansiedad en los niños, además de ser de gran
ayuda para niños con autismo. Esta vez, Kozyrskyj quiso demostrar que
sus beneficios van más allá y ayudan a evitar que los niños pequeños
sufran de alergias. Al convivir con perros y gatos los niños pueden
desarrollar inmunidad a ciertos tipos de bacterias.
Kozyrskyj ya
había realizado un estudio como este en el año 2013, consiguiendo
resultados similares. No obstante, esa vez solo estudió a 24 infantes,
mientras que esta vez más de 700 bebés fueron analizados.