Ricardo Álamo: "Un trabajo no da para vivir en #EEUU"



Ricardo Álamo ya no atesora fotografías como la que acompaña esta entrevista, imágenes de estudio como las que en los años dorados de RCTV y Venevisión confirmaban que el actor venezolano era parte del elenco de primeras figuras de las casas productoras que por décadas se disputaron los primeros lugares en las mediciones de audiencia de la televisión nacional.
Interpelado por las declaraciones que recientemente ofreció la animadora Annarella Bono sobre lo que, a su parecer, es la “buena” vida de la que gozan los artistas venezolanos que han emigrado al exterior, Álamo se sintió en la obligación de dejar a un lado su imagen de protagonista de telenovelas para mostrar su verdad, esa realidad que lo ha golpeado desde que llegó a Estados Unidos.
Y es que para ganarse el pan de cada día y alimentar a su familia, el otrora galán de dramáticos como Válgame Dios no sólo tuvo que alejarse de su rol de figura pública, sino que debió recurrir a otras fuentes de empleo para ganarse su sustento y el de los suyos. Sin embargo, como él mismo admite, en la vida se puede ganar pero también se puede perder.
–¿De qué manera ha tenido que afrontar el hecho de ser un artista venezolano en un país extranjero?
–Desde que llegué a Estados Unidos mi vida ha estado cargada de mucha actividad. Tuve la osadía de aplicar todos mis conocimientos y producir televisión aquí y lo hice cargado de ilusiones y muchas expectativas. Para ello invertí todo mi dinero. Sí, fue un golpe muy duro, pues lamentablemente la crisis y la corrupción mundial han hecho un daño terrible a este mercado.
–¿Qué fue lo que pasó?
–Para proyectos como éste se necesita un pulmón económico muy poderoso. Sólo así se hace más fácil competir como productor de contenidos. Con todo, hemos aprendido y nos hemos fortalecido. Logramos productos de mucha calidad, probados y presentados en muchas pantallas. También le dimos trabajo a muchas personas, afortunadamente. Pero con un solo trabajo no puedes cubrir los gastos en un país como Estados Unidos. A la mayoría de los que aquí estamos nos toca desempeñar varias labores a la vez.

"Producir en Miami es una tarea titánica debido a los costos. Incluso, he tenido que hacer muchas cosas para poder sostener mis gastos básicos en este país"
–¿En qué etapa se encuentra ese proyecto ahora?
–Por ahora estamos en un período de transición y buscando nuevos horizontes, otros países. Y es que producir en Miami es una tarea titánica debido a los costos. Incluso, he tenido que hacer muchas cosas para poder sostener mis gastos básicos en este país.
–¿Cosas como cuáles?
–Conduzco para Uber, que es un servicio de taxis y una manera seria de obtener algo de dinero. Hago hincapié en lo “serio” porque las estafas y los abusos por estos lados son muy recurrentes cuando desempeñas algún trabajo. También sigo haciendo algunas cosas de postproducción. De igual manera, rento mis equipos y presto otros servicios audiovisuales de vez en cuando.
–¿Ha tenido la oportunidad de ejercer su profesión como actor en Estados Unidos?
–Realmente no la he buscado. Llegué enfocado en trabajar por mi propia cuenta, pues estoy muy claro en que este mercado es muy difícil para los actores, especialmente para los venezolanos. Es casi imposible. Existen algunas excepciones, claro, pero son casos muy puntuales. Hace poco hice un intento, después de dos años y medio de estar aquí, pero resultó exactamente como nos sucede a la mayoría de los que lo intentamos: un absoluto fracaso. Sin embargo, fue grato pasar y saludar a gente muy querida que encontré en el lugar.

"Las personas sienten que no existen si no muestran lo que hacen en las redes sociales. Por supuesto, cada quien trata de mostrar el mejor ángulo de su realidad. Considero que esto ha tomado una dimensión enfermiza. Pienso que sería sano vivir un poco más y exhibir un poco menos"
–¿Cómo observa la realidad de los artistas venezolanos que han elegido hacer vida en Estados Unidos? ¿Se parece al estilo de vida que es mostrado a través de las redes sociales?
–No soy quién para juzgar a nadie y mucho menos a los colegas. Pero sí debo hacer una observación en ese sentido. Las redes sociales se han convertido en un fenómeno impresionante, por lo que la vida ahora es una especie de reality show. Ahora, las personas sienten que no existen si no muestran lo que hacen en las redes sociales. Por supuesto, cada quien trata de mostrar el mejor ángulo de su realidad. Considero que esto ha tomado una dimensión enfermiza. Pienso que sería sano vivir un poco más y exhibir un poco menos.
–El teatro se ha convertido en una tabla de salvación para muchos artistas venezolanos radicados en Miami.
–La movida del teatro en Miami es una posibilidad de ingreso para muchos compañeros. Aplaudo la acogida que ha tenido. Con tanta variedad de propuestas, el público es el que termina ganando.
–¿Extraña la televisión venezolana?
–Por supuesto que extraño nuestra industria y sobre todo el calor que siempre recibí en ella. Ojalá podamos rescatarla algún día.
–¿Desea volver a trabajar para la audiencia local?
–Estoy algo alejado del mundo de la actuación, pero siempre será un honor entretener a nuestro amoroso público venezolano.
–¿Cuáles son sus próximos proyectos?
–Quiero dirigir. Me gustaría seguir jugando con mi productora y cuando la situación esté realmente apretada, continuar trabajando honradamente con el servicio de Uber o cualquier otra forma de trabajo que sea capaz de brindarme la tranquilidad de cubrir mis necesidades básicas y las de mi familia.






 
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