Hace unas semanas llegó a la televisión de paga en Latinoamérica
una serie con un notable elenco y una muy curiosa y hasta provocadora
premisa.
The Young Pope, dirigida por Paolo Sorrentino y protagonizada por
Jude Law, Diane Keaton, Javier Cámara, Silvio Orlando, Ludivine Sagnier y
James Cromwel, nos lleva al mundo de Lenny Belardo, joven arzobispo de
Nueva York quien para sorpresa de muchos de los involucrados en el
cónclave en el Vaticano, resulta electo Papa.
Este nuevo Papa llega con nuevas ideas sobre su rol y el de la propia
Iglesia. Sobre el comportamiento social y global de esta institución
religiosa en temas polémicos como la pederastia o su funcionamiento como
una poderosa marca comercial convertida en empresa buscado ganancias a
través de todo tipo de productos y souvenirs. Y estas ideas llegan
acompañadas de nuevas reglas y dinámicas, de conflictos de poder, de
reflexiones e introspecciones, lo que le da a la serie una atractiva
diversidad de argumentos.
JUDE LAW
No hay duda del talento de este actor británico. Y en esta nueva
oportunidad, Jude Law confirma su capacidad como un actor versátil y
preciso, sabiendo cómo dar vida a ese complejo personaje, lleno de
fuertes ideas y de determinación, que va poco a poco revelando una
atractiva complejidad interior.
DIANA KEATON
La presencia de Diane Keaton como Sister Mary, la monja que recogiera
al abandonado Lenny, y ahora su mano derecha en el poder, no sólo nos
ofrece ver en acción a una actriz de más que probadas capacidades, sino
aprovecharla para provocar con la idea y conflictos que acompañan el ver
a una mujer en una posición de poder tan especial, en un mundo tan
claramente controlado por hombres como la iglesia católica.
PAOLO SORRENTINO
Con películas como Il Divo, La Grande Belleza y Youth bajo el brazo,
este director italiano es una referencia internacional en el mundo del
séptimo arte. Así como Susanne Bier, la directora de cine danesa se alió
con la BBC para realizar la multipremiada miniserie The Night Manager, y
Steven Soderbergh hizo trato con HBO para crear The Knick con Clive
Owen; Sorrentino ha logrado lo mismo con Canal+ y HBO para darle vida a
esta serie. Una muy interesante tendencia actual de la industria.
LOS ESCENARIOS
La recreación de diversos espacios de El Vaticano en los míticos
estudios CineCittá en Roma podrían ser por si mismos una razón más que
sólida para ver esta serie. Aquellos familiarizados con el trabajo de
Sorrentino saben de la relevancia de los escenarios y sets en su
propuesta visual y en su forma de hacerlos parte importante de una
escena o secuencia. Además, quién no se siente atraído hacia la
curiosidad por asomarse al interior de ese mítico lugar que es El
Vaticano.
EL REPARTO SECUNDARIO
Cuando Jude Law o Diane Keaton no están a cuadro, el relevo es un
grupo de actores igualmente de talentosos, un póker de intérpretes de
reconocida capacidad: el español Javier Cámara, el italiano Silvio
Orlando, la francesa Ludivine Sagnier y el estadounidense James Cromwel.
De la profunda paz proyectada por Monseñor Bernardo Gutiérrez (Cámara);
a las tribulaciones emocionales de Esther (Sagnier), una joven esposa; a
los juegos políticos y estrategias del camerlengo y Cardenal Secretario
de Estado Angelo Voiello (Orlando), la serie sabe aprovechar y lucir a
todo su elenco.
LA PREMISA
La idea de un Papa joven y galán, y de cómo puede resultar electo en
un juego de poder tan complejo y calculado como un cónclave papal
debería ser razón suficiente para despertar curiosidad sobre a dónde
podría llevar las cosas una historia así. Un Papa que se sabe galán y
que no tiene empacho en comentarlo cuando observa que ello tiene
distraída a la primera ministra de Groenlandia cuando tienen una
audiencia. Un Papa que está cansado de la iglesia católica tal y como
es, y que quiere cambiarla drásticamente.
LA FOTOGRAFÍA
En la propuesta de Sorrentino lo visual es tan importante como las
palabras o diálogos que escuchamos. La utilización de ciertos espacios y
locaciones, la estética casi pictórica con la que logra mostrar
variadas secuencias son momentos que se quedan guardados como postales y
que llevan la reflexión o ánimo del momento, a otro nivel.
LOS DIÁLOGOS
Las profundas conversaciones sobre los más diversos temas que tienen
estos personajes son uno de los atractivos fuertes de la serie. Su
manera de diseccionar y exponer fenómenos y circunstancias, algunas
religiosas, otras más de índole social, emocional o cultural, son
inteligentes, provocadoras y hasta divertidas o atractivas.
LAS INTRIGAS
La serie no tarda mucho en recordarnos que detrás de todo cargo de
poder, hay siempre gente buscando alcanzar ese espacio u oportunidad, y
trabajando para que esa posibilidad fructifique. Y todos, incluido el
nuevo y joven Papa, tienen un plan o agenda que buscan llevar a cabo, y
eso suele necesitar negociaciones, alianzas y traiciones. Un thriller de
conspiraciones al interior del Vaticano cumple perfecto con lo que los
amantes de este tipo de series pueden esperar.
LAS SORPRESAS
Cuando creemos que sabemos hacia dónde se dirige la trama o el
comportamiento de algunos personajes, The Young Pope siempre guarda un
as bajo la manga, un cambio inesperado de ruta. Ya sea con los planes de
Lenny/Pio XIII para la Iglesia, sus críticas de la propia institución,
las relaciones entre otros de los personajes, la serie cuenta con un
buen guión que sabe mantener la atención y de rato en rato
sorprendernos.