Este gobierno “no se marcha con marchas, ni cacerolas” #Venezuela



“Este Gobierno no se marcha con marchas, porque quienes marchan en su contra no están preparados como sí lo están los colectivos, como la milicia, las brigadas antimotín o los que fomentan disturbios callejeros, así como los grupos de choque. Con una bandera, una piedra, una granada fragmentaria no vas a tumbar a este Gobierno”. Así de tajante es Jesús Castillo Molleda, analista político, especialista en encuestas y profesor universitario.

La advertencia del analista político responde a su seguimiento al renacer de las protestas de calles en el país, iniciadas el pasado 1º de abril y que hasta ahora arrojan siete muertos y 460 arrestos. “Parecieran seguir el mismo guion que utilizaron los adversarios al chavismo durante las protestas de ‘La Salida’ en 2014, lideradas por Leopoldo López y las manifestaciones a favor de referendo revocatorio en el 2016, comandadas por Henrique Capriles, que dejaron heridos, muertos y detenidos sin afectar la estabilidad del Gobierno”. Castillo Molleda recuerda que el chavismo no se marcha porque la estructura del Gobierno está conformada para poderse defender de los ataques de calle. Basado en las “experiencias desestabilizadoras” vividas durante los años 2002, 2003 y hasta el referendo revocatorio que ganó el fallecido presidente Hugo Chávez en el 2004, el chavismo entendió que tenía que prepararse para movimientos de masas que pudieran debilitar o amenazar sus estructuras de poder, fundadas en sus instituciones.
En cambio, observa que la Mesa de la Unidad Democrática, ya advertida de que el contendiente está preparado y alerta, descuida y publica qué va a hacer, dónde lo va a hacer, para dónde y cuáles son sus intenciones. “Si tú le dices a tu adversario qué vas a hacer, para dónde vas y cómo lo vas a hacer, siempre te estará esperando”. El especialista considera que este es un Gobierno que “está muy débil” en apoyo popular pero “está muy fuerte” en sus instituciones. Cuenta con el Poder Ejecutivo, Judicial, Ciudadano y Electoral, además de 20 gobernaciones y 257 alcaldías de las 335 del país. Ante el escenario adverso y un Gobierno alerta ante los disturbios callejeros, propone que la plataforma opositora debe sentarse de nuevo en la mesa de negociación y diálogo, “te guste o no te guste”.
“El Gobierno engañó a la oposición porque pusieron a los peores negociadores de parte de ellos, no supieron exigir, no fueron constantes con el reclamo, pusieron a personas inexpertas a negociar”. “Es mentira que el Gobierno quiere sentarse, lo dice porque el otro no quiere. Sentados ahí firmando acuerdos y no aceptándolos, lo vas desnudando más. Lo que tienes que lograr es desnudar a este Gobierno. Si lo sigues desnudando nacionalmente e internacionalmente, con sus acciones, cómo repele a la gente, cuáles son sus intenciones, puedes lograr un proceso de avance y le puedes sacar las elecciones, pero tiene que ser sentados”.
Lo segundo que recomienda el experto es hacer un cabildeo con los sectores del Gobierno. Cree que quienes quieren un cambio político no pueden amenazar a Diosdado Cabello, a Jorge Rodríguez, a Tibisay Lucena o al ministro Padrino López, con ponerlos presos de arribar al poder. “Tienes que hacer un cabildeo por debajo de la mesa y decirles a esos señores que les vas a respetar sus espacios de poder”. En tercer lugar, plantea reorganizar las estructuras electorales de la oposición y hacer una agenda de actividades tangibles.
“Empezar a reactivar el proceso comunitario, hacer conversatorios, hablarle a la gente de lo que está ocurriendo, empezar a reactivar la calle con organización, con objetivos claros, ser estratégico para llegar a la Defensoría del Pueblo, a la Tribunal Supremo de Justicia”. Además, “hacer una declaración conjunta de todos los actores de la oposición sobre lo que está pasando en Venezuela, pero no salir a la calle a empezar a tirar piedras, sin saber qué vas a hacer mañana”, sumó.
Un final sin resultados Para Carlos Raúl Hernández, doctor en Ciencias Políticas, el único objetivo de estas protestas debería ser conseguir las elecciones de gobernadores y alcaldes para este año y elecciones presidenciales para el año 2018. Le preocupa la diferencia de opiniones entre Henry Ramos Allup, quien dice que el objetivo son las elecciones de gobernadores y otro grupo que piensa lo contrario. “Eso me preocupa, porque eso puede conducir a estas luchas a un final como el que ya estamos acostumbrados, sin resultados, lo que ocasionaría una terrible frustración en quienes han participado. La movilización de la gente implica heridos, muertos, presos y eso rápidamente ocasiona la retracción, la depresión del movimiento que nació con muchas ilusiones”.
Luis Salamanca, politólogo, doctor en Ciencias Políticas, opina que las elecciones regionales deberían ser el norte y asegura que “esa es una forma de irle quitando el poder al Gobierno”. Confía en que si las protestas continúan y se incrementan el número de protestantes “a lo mejor” pudieran producir algún efecto. “Yo dudo eso, dudo que Maduro tenga la sensibilidad y disposición para entender que ante un clima generalizado y permanente de protestas que responda a ese clima llegando a un acuerdo con la oposición o renunciando o proponiendo el acuerdo de hacer las elecciones.
De todas maneras es una variable de mucho peso, para darle a entender al Gobierno que no está jugando solo, que hay un pueblo, unos ciudadanos que tienen sus derechos constitucionales y los están ejerciendo y quieren seguir ejerciéndolo, sobre todo los derechos políticos”.




 
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