Las protestas en Venezuela se han incrementado durante los últimos días. La represión por parte de los cuerpos de seguridad para mitigar a los manifestantes no se ha hecho esperar. Según fuentes consultadas por El Nuevo Herald,
la presión social ha hecho que el presidente Nicolás Maduro haya hecho
un ofrecimiento secreto a la oposición para que se realicen elecciones regionales, con el objetivo de "enfriar" las calles.
Las elecciones regionales en Venezuela debieron realizarse para finales
del 2016, cuando se vencía el periodo de los actuales gobernadores. Sin
embargo, el Consejo Nacional Electoral, presidido por la rectora Tibisay Lucena,
no publicó ningún cronograma con la fecha para esos comicios. Se habló
que los mismos iban a realizarse para el primer semestre de este año,
pero el proceso de renovación de partidos políticos ha retrasado todos
los procesos de elecciones en el país latinoamericano.
En una alocución el
Jefe de Estado venezolano dijo estar "ansioso" porque se celebren las
elecciones regionales, para darle "una pela" a la oposición. Según El Nuevo Herald, el Presidente Venezolano ha ofrecido secretamente elecciones a dirigentes de la oposición a cambio de disolver las protestas.
Esta oferta es bien vista por los sectores de oposición menos
radicales, quienes prefieren capitalizar la debilidad de Maduro para
conquistar algunas gobernaciones, aunque eso signifique dejar una
posible elección presidencial para 2018; dijeron fuentes familiarizadas con las discusiones
Una de las fuentes consultadas dijo que "el gobierno en su desesperación está ofreciendo ir a unas elecciones regionales a finales de año (2017) y dejar las elecciones de presidente, alcaldes y de concejales para el año que viene".
Pero esta propuesta tiene su precio, pues busca que los dirigentes de
oposición dejen de acusar a Nicolás Maduro de haber propinado un
autogolpe a través del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
"Desmontar lo del golpe de Estado es vital para ellos. Ese fue el primer punto de la oferta", dijo la fuente.
Hay que recordar que el máximo tribunal venezolano emitió una
sentencia donde asumía las competencias de la Asamblea Nacional, porque
esta se encuentra en supuesto "desacato". Estas sentencias fueron severamente repudiadas por la comunidad internacional; incluso en organismos internacionales como la OEA
se debatió la ruptura del hilo constitucional en el país. Aunque al día
siguiente el Tribunal Supremo de Justicia "rectificó" la sentencia, el
gobierno madurista quedó muy mal parado ante la comunidad
internacional.