Desde su fundación en 1948, la OEA ha estado al servicio de la
política exterior de los Estados Unidos, con algunos años excepcionales
cuando sus fuerzas progresistas la dominaron (con Brasil, Argentina,
Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Uruguay, El Salvador, etc.).
Pero siempre utilizó su mayoría para aprobar sus decisiones. Hasta
ahora.
Por primera vez en su historia de 69 años, viola sus propias reglas y
desplaza al Presidente de su Consejo Permanente, que es el
representante de Bolivia, e impone a un títere de Honduras para que lo
presida. Ni siquiera llamó al vicepresidente legal, que es Haití.
Todo cuanto buscan es aprobar resoluciones contra Venezuela, aun
cuando tuviera solo 18 votos de los 34. No les importó la ilegalidad de
la reunión, violentando sus propias normas. Todo lo cual revela el
interés de EEUU de aislar a Venezuela, imponerle sanciones, y hasta
crear condiciones para propiciar una intervención militar.
Eleazar Díaz Rangel.