El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela negó este sábado
que haya disuelto al Parlamento, de mayoría opositora, tras modificar
una sentencia con la cual había asumido las funciones legislativas.
“Las decisiones emanadas por el TSJ no han despojado al Parlamento de
sus funciones, así como tampoco lo han disuelto o anulado”, señaló un
comunicado leído por el presidente del TSJ, Maikel Moreno.
La corte también “reconoce la inmunidad parlamentaria como una
garantía de la función de la actividad legislativa, con las
limitaciones” que fija la Constitución, añade el texto.
No obstante, aclara que “es solo responsabilidad del órgano
legislativo reasumir el válido ejercicio legal y legítimo de sus
competencias constitucionales, al acatar las decisiones del poder
judicial y someterse al estado de derecho”.
La declaración fue emitida luego de que la corte suprimiera partes de
dos sentencias con las cuales se adjudicó esta semana las competencias
del Legislativo y retiró el fuero a los parlamentarios.
El TSJ justificó esas medidas en el estatus de “desacato” en que
declaró a la Asamblea hace más de un año, aduciendo que no han
desvinculado formalmente a tres de legisladores opositores acusados de
fraude electoral.
El presidente del Parlamento, Julio Borges, aseguró este sábado que
esos dictámenes consumaron un “golpe de Estado” que se mantiene pese a
la supresión parcial de su contenido, por lo que “no ha habido cambio”.
Mientras, el jefe de la bancada opositora, Stalin González, anunció
que el próximo martes propondrá a la cámara destituir a los magistrados
por haber cometido un delito penal.
Sin embargo, Moreno advirtió que “el Poder Judicial no demostrará
pasividad ante los ataques de los cuales pudiéramos ser objeto por parte
de factores nacionales e internacionales, que hoy se alzan con una
vocería tendenciosa y desconocedora de la soberanía nacional”.
Los dictámenes generaron el rechazo de varios países. Perú retiró a
su embajador en Caracas, y Chile y Colombia llamaron a consultas a los
suyos.