A
pesar de que diversos estudios han afirmado que modificar el estilo de
vida puede ayudarnos a prevenir la pérdida de memoria, un trabajo señala
un potencial riesgo que inclina la balanza hacia la demencia y sobre el
que no podemos hacer absolutamente nada: nuestro grupo sanguíneo.
Según
esta investigación, desarrollada por el Colegio de Medicina de la
Universidad de Vermont en Burlington (EEUU) y publicada en la revista
Neurology, las personas que tienen sangre tipo AB son un 82% más
propensas a desarrollar problemas de pérdida de memoria que pueden
conducir a la demencia.
Así, de los cuatro tipos principales de sangre: tipo A, tipo B, tipo
AB y tipo O, la más común es la sangre tipo O+ y la AB la menos común,
por lo que el porcentaje de riesgo de sufrir pérdida de memoria es el
menor posible.
Para llevar a cabo su estudio, los investigadores utilizaron datos
del macro Estudio REGARDS, que realizó un seguimiento de 30.000 personas
durante alrededor de 3,4 años. De entre todos los participantes, se
identificaron 495 con problemas de memoria o deterioro cognitivo en el
transcurso del estudio. Los resultados fueron comparados con 587
personas que no presentaban deterioro cognitivo. Esto reveló que
aquellos que tenían sangre tipo AB formaban el 6% del grupo que
desarrolló deterioro cognitivo, en comparación con el 4% encontrado en
la población.
“Nuestro estudio se centra en el tipo de sangre y el riesgo de
deterioro cognitivo. El tipo de sangre también está relacionado con
otras condiciones vasculares, tales como derrames cerebrales, por lo que
los resultados destacan las conexiones entre cuestiones vasculares y la
salud del cerebro”, afirma Mary Cushman, líder del estudio.
Fuente: muyinteresante / MF