La prestigiosa revista estadounidense Vanity Fair publicó un controversial reportaje sobre la vida matrimonial de Donald Trump, presidente de Estados Unidos, y su esposa y primera dama del país, Melania.
Ningún integrante de la familia Trump realizó declaraciones para la
publicación, pero sí hubo amigos del matrimonio que dieron entrevistas,
algunos cuyos nombres aparecen mencionados y otros citados como fuentes
anónimas.
Una de estas fuentes sin nombrar, sobre quien se indica que hizo una
visita a la casa de Trump, reveló que el mandatario -presuntamente-
habría puesto una cuestionable condición a Melania antes de aceptar
tener un hijo con ella: que recuperara su cuerpo espectacular tras el embarazo.
Al respecto, la revista describe que “un/a visitante a una de las
casas de Trump, cuando el embarazo de Melania ya estaba avanzado,
recuerda que él (Donald) remarcó que había accedido a tener un bebé con
la condición de que Melania recuperara su figura posteriormente. ‘Ella le prometió que todo iba a volver a ser como antes’, dice este invitado”.
Melania quedó embarazada de su hijo Barron Trump
(ahora de 11 años) cuando llevaba alrededor de 6 meses casada con el
presidente de EEUU, aunque antes de ello ya habían mantenido una
relación por alrededor de 7 años.
La fuente anónima agrega que Donald habría sido grosero con ella incluso durante el embarazo.
“No le decía ‘¿cómo te sientes?’, no le abría las puertas, asegurándose
de que ella no se cayera. Sólo era ‘tú querías tener un bebé"”,
sostiene.
Este tipo de trato hacia Melania habría continuado incluso de forma
pública. Durante una entrevista con el animador y humorista
estadounidense Howard Stern, Donald habría estado de acuerdo ante la afirmación de que su hija Ivanka era “un pedazo de culo”,
y que si Melania tuviese un horrible accidente de auto en que quedara
herida, la seguiría amando mientras “sus pechos permanezcan intactos”.
Años antes de eso, en 1999, cuando Melania y Donald estaban
comenzando su relación, el mismo Stern los entrevistó por medio de una
llamada telefónica cuando ambos estaban en la cama.
Allí, Melania tuvo que hablar sobre su vida sexual, cuántas veces en
un día tenían relaciones y reconocer que estaba casi desnuda en ese
momento.
Otra fuente que habla en el reportaje (esta vez identificado) es Michael D’Antonio, autor del libro La verdad sobre Trump, publicado en 2015.
Durante una entrevista mientras preparaba el texto, D’Antonio indica
que observó un peculiar intercambio de palabras entre el matrimonio.
“Él (Donald) le rogó que lo halagara (ante D’Antonio) como
esposo… Literalmente, señaló ‘dile que soy un muy buen esposo’. Ella
(Melania) lo miró y él lo repitió. Y entonces ella dijo ‘sí, es un muy
buen esposo’. Se lo sacó a la fuerza”, relata el escritor.
Por otra parte, el reportaje también narra la dedicación de Melania
como madre con su hijo Barron, sosteniendo que la mujer realmente se
preocupaba por él, e incluso hasta un tiempo iba a dejarlo todos los
días al colegio personalmente.
No obstante, más allá de eso, insinúa que Melania no tenía ninguna
otra pasión o aspiración individual. Intentó en un par de ocasiones
iniciar líneas de productos de distintas cosas, pero ninguna de ellas
dio resultado, y luego habría dejado de intentar entrar en el mundo de
los negocios.
La presunta relción fría que tendrían Melania y Donald no ha pasado
desapercibida por el público en los últimos meses, en que todo el mundo
-literalmente- ha estado pendientes de ellos.
Un ejemplo de esto es que en enero se viralizó un video,
en que se puede ver que Melania está parada detrás de su esposo, y
entonces Donald se voltea y comienza a hablarle. Mientras ambos
conversan, la primera dama tiene una gran sonrisa y luce muy animada.
No obstante, en cuando Donald Trump se voltea nuevamente y
vuelve a darle la espalda… la cara de Melania cambia por completo de un
segundo para otro. En cuando su marido deja de mirarla, la
mujer deja se sonreír y pone una expresión muy seria, luciendo decaída e
incluso un poco triste.