Tras
un buen número de fracasos y cálculos decepcionantes, un investigador
de la Universidad British Columbia (UBC) ha llegado, por fin, a elaborar
con éxito un modelo matemático viable para la construcción de una
máquina del tiempo. El trabajo acaba de publicarse en la revista
Classical and Quantum Gravity.
Ben
Tippett, físico y matemático, ya había publicado recientemente un
estudio sobre la viabilidad de hacer viajes en el tiempo. Y ahora el
investigador, especializado en la teoría de la Relatividad General de
Einstein, tras varios años de estudios de la dinámica de los agujeros
negros, ha conseguido desarrollar una fórmula que describe con precisión
un método para convertir los viajes en el tiempo en una realidad.
"La gente piensa que los viajes en el tiempo son cosa de la ficción
-explica Tippett-. Y tendemos a pensar que eso no es posible porque en
la actualidad no somos capaces de hacerlo. Sin embargo, matemáticamente,
sí que es posible".
Desde que HG Wells publicó en 1885 su famosa obra 'La máquina del
tiempo', los viajes temporales han despertado interés y curiosidad entre
el público, y un buen número de científicos ha tratado también de
resolver (o de refutar) esa extraordinaria posibilidad. En 1915, Albert
Einstein anunció su teoría General de la Relatividad, estableciendo que
los campos gravitatorios se deben a distorsiones en el tejido
espaciotemporal del Universo. Más de 100 años después, la colaboración
internacional LIGO anunció la primera detección de ondas
gravitacionales, generadas durante la fusión de dos agujeros negros a
miles de millones de años luz de distancia, lo que confirmó
experimentalmente las ideas de Einstein.
La división de la realidad en tres dimensiones espaciales y una
temporal que actúa por separado es incorrecta, afirma Tippett. Las
cuatro dimensiones, en efecto, deben imaginarse al mismo tiempo, de
forma que las diferentes direcciones espaciales estén conectadas
permanentemente, en un espacio-tiempo continuo. De esta forma, y
siguiendo la teoría de Einstein, la curvatura del espacio-tiempo explica
las órbitas curvas de los planetas.
En un espacio-tiempo plano los planetas y las estrellas se moverían
siempre en línea recta. Sin embargo, en la realidad vemos que en las
proximidades de una estrella masiva, la geometría espacio-tiempo se
curva y las trayectorias rectas de los planetas cercanos siguen esa
curvatura y se doblan alrededor de la estrella.
En palabras de Tippet, "La dirección temporal de la superficie
espacio-tiempo también muestra curvatura. Hay pruebas que demuestran que
cuanto más cerca de un agujero negro estemos, más lentamente
transcurrirá el tiempo. Mi modelo de una máquina del tiempo usa ese
espacio-tiempo curvado, doblando el tiempo en un círculo en el que se
moverán los pasajeros, en vez de hacerlo en línea recta. Y ese círculo
es capaz de llevarnos hacia atrás en el tiempo".
Materia exótica
Hasta aquí la teoría. El propio Tipplett afirma, sin embargo, que a
pesar de que es posible describir matemáticamente este tipo de viaje
temporal, tiene serias dudas de que alguien, alguna vez, sea capaz de
construir una máquina así que funcione en la realidad.
"HG Wells popularizó el término 'máquina del tiempo' -afirma el
científico-, y dejó firmemente implantada la idea de que un explorador
necesitaría una máquina o caja especial para llevar a cabo su viaje
temporal. Pero aunque es matemáticamente factible, todavía no es posible
construir una máquina espacio-temporal, porque necesitaríamos
materiales -que llamamos materia exótica- capaces de doblar el
espacio-tiempo en estas formas imposibles, algo que aún no se han
descubierto ".
Para llevar a cabo su investigación, Tippett creó un modelo
matemático llamado TARDIS (Traversable Acausal Retrograde Domain in
Space-time, o Dominio Retrógrado Acausal en el espacio-tiempo). El
investigador lo describe como una burbuja en la geometría del
espacio-tiempo que transporta su contenido hacia atrás y hacia adelante a
través del espacio y el tiempo mientras recorre un largo camino
circular. La burbuja se mueve a través del espacio-tiempo a velocidades
que a veces superan a la de la luz, lo que permite desplazarse hacia el
pasado.
"Estudiar el espacio-tiempo, concluye el investigador- es algo
fascinante y problemático a la vez. Y también es una divertida forma de
utilizar la Física y las Matemáticas. Diversos expertos en mi campo
vienen explorando la posibilidad matemática de una máquina del tiempo
desde 1949. Y mi investigación representa una nueva forma de hacerlo".
Fuente: abc / MF