A través del Decreto Presidencial Nro. 99 del 19 de marzo de 1981, el entonces Presidente de Venezuela, Luís Herrera Campins, suprimió toda publicidad audiovisual por radio y televisión dirigida a promover el consumo de cigarrillos y bebidas alcohólicas, medida que redujo, a largo plazo, la incidencia de tabaquismo y alcoholismo en nuestra población.
Su obra de gobierno se destaca por lo cultural, por ejemplo, el teatro Teresa Carreño,
y por haber prohibido las cuñas por radio y televisión de licores y
cigarrillos. Esto último le produjo un veto de los medios que se ha
mantenido en el tiempo.
En 02 de enero del 2007, Alberto Jordán Hernández ex secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa, no recuerda, o mejor, prefiere no recordar, el veto impuesto por los medios de Granier contra el ex presidente Luis Herrera Campíns,
en represalia porque éste le retiró las transmisiones de las carreras
de caballo. Tampoco recuerda la cacería de brujas que se promovió en el Diario de Caracas
contra los periodistas o columnistas de izquierda, a quienes se les
levantó expedientes y se les segregó porque sus opiniones representaban
el pensamiento de un ínfimo sector del país, tal y como lo argumentó
Carlos M. Ball en un oprobioso editorial del desaparecido Diario de
Caracas.
Los medios radioeléctricos en Venezuela están en manos de
concesionarios, pero el Estado es el dueño de la señal. . Antes existía
una especie de celestinaje entre el gobierno y los medios. Esa relación
se resquebrajó a partir de 1983, con el gobierno de Luis Herrera Campins
y la llegada del viernes negro. En ese momento el gobierno pierde
capacidad económica para mantener su relación con los medios con dinero,
subsidios y pautas publicitarias.