Después
de enseñar inglés a medio millón de personas a través de la plataforma
Open English, el venezolano Andrés Moreno quiere ayudar a que las ideas
de los emprendedores latinoamericanos se materialicen en negocios
exitosos.
Moreno
es una "autoridad" en el mundo del emprendimiento en América Latina, no
solo porque con 34 años es casi un "viejo" para los estándares de las
startups, sino por su "holding" Open Education, que cuenta con un
capital de 120 millones de dólares.
En una entrevista con Efe, este exitoso empresario radicado en Miami,
que cuando le faltaban nueve meses para graduarse como ingeniero dejó
la universidad en Venezuela para dedicarse a los negocios, reflexiona
acerca de si un emprendedor puede "hacerse".
"Si bien hay una características personales" que ayudan a ser un
emprendedor, el conocimiento, práctico y teórico, así como la
metodología, son muy importantes para crear "una empresa exitosa", dice
con convicción.
NextU, la segunda empresa fundada por Moreno, es una plataforma
digital de educación que en este 2017, su tercer año de andadura, va a
tener unos 40.000 estudiantes nuevos y ofrece cursos relacionados con
las nuevas tecnologías, el sector donde hay más oferta de empleo y
puestos mejor remunerados.
"Nos dimos cuenta de que en América Latina había una necesidad muy
grande de entrenar a la clase media emergente en las habilidades para
conseguir empleo", señala.
NextU ha puesto en marcha un curso o certificación de emprendimiento
dirigido por el propio Moreno y va a lanzar otro de liderazgo a cargo
del periodista y escritor de origen cubano Ismael Cala.
Las estadísticas dicen que en América Latina hay abundancia de
personas que quieren poner en marcha su propio negocio, pero el 90 % de
esos emprendimientos fracasa en el primer año, señala.
"Hay mucha iniciativa pero algo falla", porque ni siquiera los que
logran salir adelante "llegan a escalar a negocios más grandes",
subraya.
La certificación de NextU busca romper con esa tendencia.
NextU cuenta con un equipo académico y asesores, pero no hay ninguna
universidad ni ninguna entidad gubernamental detrás del curso.
Al respecto Moreno indica que la tecnología y la rapidez con la que
avanza han dejado atrás a los modelos tradicionales de acreditar el
aprendizaje. "Hoy quien valida es el empleador", subraya.
De ahí que NextU tenga estrechas relaciones con empresas del sector
de tecnología, aunque eso no significa que funcione como una bolsa de
trabajo, precisa.
La historia de Moreno es una lección para cualquier emprendedor latinoamericano.
Según cuenta a Efe, su idea original de negocio era llevar profesores
estadounidenses a América Latina para enseñar inglés a ejecutivos, pero
llegó la era de internet y aquel proyecto derivó en 2007 en una escuela
de inglés online con clases en vivo.
La cuna de Open English no fue un garaje sino un "apartamentico" en
Caracas. A los cuatro lados de la cama de Moreno había mesas hechas con
puertas viejas donde trabajaban arduamente 22 programadores para crear
la plataforma.
A los siete meses, Moreno se quedó sin dinero, con solo 700 dólares
en el banco, y aunque trató, le fue imposible levantar capital en
América Latina.
Con las millas que le quedaban en una compañía aérea viajó a Silicon
Valley (California), donde se alojó durante un año en el estudio de un
amigo. Dormía en el sofá y de día se dedicaba a visitar a posibles
inversores.
El dinero que conseguía lo enviaba a Caracas a los programadores. En
dos años reunió dos millones de dólares, que fue el capital semilla de
Open English.
Unos divertidos avisos publicitarios que se pasaban por canales de
televisión de varios países latinoamericanos, en los que el propio
Moreno actuaba, hicieron que Open English y su fundador y director
ejecutivo se hicieran conocidos.
Aun hoy en día más de 50 canales de televisión abierta y de cable
pasan los comerciales de Open English, que en 10 años ha enseñado inglés
a más de 500.000 personas.
Actualmente están centrados en abrirse camino en los mercados de
Turquía y Rusia y el siguiente paso de Open English es hacer sus
primeros cursos para niños, que estarán disponibles este mismo año, en
solo "unos meses".
La suya es una historia de éxito, pero Moreno exclama al recordar el pasado: "!Cometimos tantos errores!".
Cuando se le pregunta por las equivocaciones más comunes del
emprendedor latinoamericano la primera que menciona es "nos metemos a
copiar ideas de otros".
En lugar de eso hay que entender -dice- "qué es lo que te hace a cada uno una persona distinta y única".
En su caso, la diferencia era que sus padres eran funcionarios
internacionales a los que trasladaban continuamente de destino. Vivió en
nueve países y aprendió muchos idiomas, de ahí que escogiera para su
primer negocio el aprendizaje de una lengua extranjera.
Otro error frecuente es no conceder la suficiente importancia a la
experimentación para crear un producto bueno y contentarse con negocios
pequeños, no tener visión para dar el salto a una escala mayor, dice.
EFE / LR