Los rumores de que los productos mexicanos contenidos en las cajas de
los CLAP eran un donativo del país azteca como ayuda humanitaria se
despejó. Freddy Bernal, jefe del Centro de Control Nacional y de los
Comités Locales de Abastecimiento y Producción, aseguró en entrevista
con Unión Radio que hubo una importación pagada.
Rechazó que hayan necesidades humanitarias. “Quédese tranquilo con la
cosa de México. Nosotros compramos donde tengamos que comprar y eso lo
combinamos con la producción nacional que cada vez debemos ir
aumentándola”.
Bernal afirmó que “no nos está regalando comida nadie”. Indicó que la
compra internacional se tranza con los “pocos dólares que se han ido
guardando en medio de esta guerra económica, se compra el alimento al
país que haya que comprarlo”.
El balance de distribución de los CLAP se registra con atención a
“casi cuatro millones y medio de familias” que comenzaron a recibir la
caja de alimentos con “regularidad” con la participación de 30 mil
organizaciones del poder popular. La meta es “romper el viejo modelo
importador” y sustituir la producción, mejorando y resolviendo “la
distorsión”.
“Que cada CLAP no se siente en su casa a esperar cómodamente. Además
de mejorar la distribución, que es nuestra responsabilidad, cada CLAP
debe desarrollar al menos un proyecto productivo”, recalcó.