El terrorista venezolano Ilich Ramírez Sánchez, “Carlos”, se
enfrenta, a partir de mañana, a un nuevo juicio, por un atentado en el
centro de París en septiembre de 1974 que causó dos muertos y varias
decenas de heridos y que podría acarrearle la tercera condena a cadena
perpetua en Francia.
“Carlos”, que tiene 67 años y está encarcelado en Francia desde 1994,
comparecerá hasta el próximo día 31 ante el Tribunal de lo Criminal de
París en un proceso para el que se han constituido en acusación
particular 27 personas y tres asociaciones de víctimas, y en el que hay
acreditados un centenar de periodistas.
Está inculpado de cuatro cargos, en particular el asesinato de
François Benzo y David Grunberg, que fallecieron por la explosión de una
granada lanzada el 15 de septiembre de 1974 en el Drugstore Publicis,
una galería comercial del bulevar Saint Germain de París. También
resultaron heridas casi una cuarentena de personas.
La instrucción dio tumbos durante años e incluso en 1983 el juez
decidió un archivo porque, aunque había indicios de que podía estar
relacionado con actos terroristas “internacionales”, no había pruebas
concluyentes sobre la identidad del autor o autores.
Las cosas cambiaron unos meses después de que Ramírez Sánchez, alias
“Chacal”, fuera capturado en Sudán en agosto de 1994 en una operación de
los servicios secretos franceses, que su abogada, Isabelle
Coutant-Peyre, calificó en declaraciones a Efe de “secuestro”.
El dossier se reabrió en enero de 1995. En febrero del año siguiente,
“Chacal” fue imputado y desde entonces Coutant-Peyre ha intentado sin
éxito invalidar las acusaciones.
Sus argumentos de que los hechos han prescrito y de que no hay
pruebas que identifiquen a su cliente fueron sucesivamente descartados
hasta que en 2016 la justicia decidió definitivamente llevarlo a juicio.
La letrada consideró “escandaloso” que se le vaya a juzgar por unos
hechos que ocurrieron hace casi 43 años y en los que el venezolano “no
está implicado”.
“Han hecho contorsiones para decir que no estaba prescrito”, añadió,
antes de insistir en que no ve ningún interés en este proceso en el que
el único consuelo para él es que dispondrá de una tribuna pública.
A ese respecto, avanzó que “Carlos” aborda este episodio no con
intención de hacer una defensa judicial, sino de dar a conocer su
discurso político, como ya ha hecho en el pasado cuando ha comparecido
ante otros tribunales.
La primera pena a perpetuidad la recibió en 1997 por haber asesinado
en París a dos agentes secretos franceses y a un confidente el 27 de
junio de 1975.
En junio de 2013, la justicia confirmó en apelación otra condena a
cadena perpetua por cuatro atentados cometidos en Francia en 1982 y 1983
en los que murieron once personas y cerca de dos centenares resultaron
heridas. Se le impuso entonces, además, un periodo de 18 años antes de
poder solicitar cualquier tipo de beneficio penitenciario.
Esos cuatro atentados, según la acusación, fueron una reacción al
arresto en la capital francesa en febrero de 1982 de dos miembros de su
grupo: su pareja, Magdalena Kopp y Bruno Breget.
El primero de ellos, el 29 de marzo de aquel año, se perpetró con una
bomba en el tren “Capitole” París-Toulouse, justo cuando se cumplía el
plazo de 30 días fijado por el venezolano para la liberación de Kopp y
Breget.
El segundo se produjo en París apenas tres semanas más tarde, el 22
de abril, el mismo día que comenzaba el juicio contra Kopp y Breget, con
un coche bomba contra un diario árabe cerca de los Campos Elíseos.
Los dos últimos se sucedieron en apenas unos minutos y ocurrieron en
la estación de ferrocarril de Marsella y en un tren que había salido de
allí el día de Nochevieja de 1983. EFE