Aunque tomar refresco de cola pueda ser una de las mejores combinaciones para acompañar tus comidas, su alto nivel de azúcar puede causar graves problemas de salud y un inesperado aumento de peso.
Cada lata de refresco que consumimos contiene 33 centilitros y estas a
su vez tienen cerca de 39 gramos de azúcar, equivalentes a 10 terrones.
En el caso de que sea una botella de 2 litros, equivaldría a 66,6
terrones y 260 gramos. Consumir este tipo de bebidas aumenta nuestro
peso porque presentan un alto índice glucémico y un bajo índice de
saciedad. Lo que quiere decir que consumimos demasiada azúcar pero
continuamos teniendo hambre.
Consumir con frecuencia esta bebida gaseosa puede causarte:
Aumento de peso
En un estudio realizado por la Universidad Autónoma de Baja California y la Universidad de México se mostraba la relación entre el consumo de bebidas de cola y el aumento de peso realizada en 2012, en la que participaron 224 adolescentes con sobrepeso de 14 y 15 años, y que regularmente consumían este tipo de bebidas. La mitad de los voluntarios tuvieron que abandonar los refrescos durante un año y sustituirlos por agua, ya que el índice de masa corporal aumentó significativamente en los jóvenes que seguían tomando bebidas azucaradas.
Este aumento de peso, causado por los azúcares de estas bebidas refrescantes, se asocia también a problemas de salud como la diabetes. Una investigación publicada por el departamento de Nutrición de la Escuela de Salud Pública de Boston, mostró la relación entre los refrescos y la aparición de esta enfermedad causada por el desorbitado aumento de calorías y la concentración de azúcares que se absorben rápidamente en sangre.
Además, según un estudio realizado por la Universidad de Yale, los edulcorantes artificiales que contienen los refrescos de cola, como el aspartamo o la sucralosa, pueden contribuir al aumento de peso, ya que el crecimiento del porcentaje de obesidad coincide con el uso generalizado de estos edulcorantes. Parece que tenemos bastante asumido que ingerir este tipo de bebidas aumenta nuestro peso y que no son del todo sanas para nuestra salud, pero ¿qué consecuencias provocan además de la obesidad?
Gingivitis
Según un estudio realizado por el Instituto de Postgrado de Educación Dental de Jönköping en Suecia, los niños que consumen este tipo de bebidas sufren una mayor prevalenica de la gingivitis y el sangrado de sus encías es mucho más frecuente.
Asma
Además, según un estudio realizado por el departamento de Nutrición y Obesidad de la Universidad de Atlanta y otro por la Universidad de Adelaida en Australia, ciertos conservantes que contienen estas bebidas están relacionados con la probabilidad de sufrir asma.
El estudio se realizó con 16.907 jóvenes mayores de 16 años que tomaron más de medio litro a la semana de estas bebidas azucaradas y el resultado fue que tenían un riesgo más alto de sufrir este trastorno respiratorio. Según la investigación publicada en ‘European Journal of Clinical Nutrition’, el alto consumo se asocia con un mayor riesgo de asma en niños.
Adicción
Socialmente, los refrescos se han convertido en uno de los productos más recurrentes en nuestro día a día. Son uno de los productos favoritos para nuestras charlas, refrescantes para los momentos de calor y una mezcla perfecta para nuestros combinados. Pero ¿por qué nos gustan tanto? ¿Son adictivas? La respuesta no la tienen ellos, sino el azúcar que contienen. Esta es similiar a una droga, activa nuestro sistema de recompensas, aumentando nuestro nivel de dopamina y serotonina. Los investigadores descubrieron que los productos ricos en azúcares pueden ser tan adictivos como la cocaína. Estos estimulan el cerebro de la misma manera en que lo hacen las drogas. Cuanto más consumamos, más estimulamos nuestro cerebro.
Pérdida de memoria
Un estudio realizado por la Universidad del Sur de California, descubrió que podemos sufrir problemas de memoria e inflamación del cerebro. “El consumo de una dieta rica en azúcares añadidos no solo puede conducir al aumento de peso y trastornos metabólicos, también puede afectar negativamente nuestro funcionamiento neuronal y la capacidad cognitiva“, comenta el director de la investigación Scott Kanoski.
Envejecimiento
Algunas personas temen envejecer prematuramente, por lo que deberían dejar de beber refrescos ahora mismo. Según una investigación realizada en ‘American Journal of Public Health’, que pidió a 5.309 adultos sanos de entre 20 y 65 sobre su consumo de bebidas gaseosas y examinó el ADN de las células blancas de la sangre de cada participante, descubrió que los telómetros, partes protectoras en los extremos de los cromosomas, eran más cortas en las personas que consumían 35 cl diarios de estas bebidas y sus células eran 4,6 años mayores.
“El consumo regular de refrescos endulzados con azúcar podría influir en el desarrollo de la enfermedad, no solo por el esfuerzo de control metabólico del cuerpo, sino también por el envejecimiento celular acelerado de los tejidos”, dijo la profesora Elissa Epel, de la Universidad de California. “Reducir el consumo de este tipo de bebidas hará que que tengamos una vida más saludable y que nuestra esperanza de vida aumente”, concluye el director del estudio.