Busto del último zar #ruso exuda aceite



La noticia de la manifestación milagrosa la destapó el pasado fin de semana la exfiscal general de Crimea y actual diputada de la Duma (Cámara baja del Parlamento ruso) Natalia Polklónskaya, conocida por su adoración de la figura del asesinado zar.
"Me acaba de llamar una colega de la Fiscalía (de Crimea), la que se ocupa de cuidar la capilla, y me ha dicho que el busto de Nicolás II ha empezado a exudar aceite y que la gente viene con sus hijos para que los curen", anunció sin inmutarse y con aire de satisfacción Polklónskaya, en una entrevista televisada el viernes.
El referido busto, de piedra, fue colocado en septiembre de 2016 junto a la sede de la Fiscalía en Sinferópol, la capital de la península anexionada dos años antes por Rusia, por iniciativa de la propia fiscal, y poco después se abrió allí mismo la capilla de los Santos Zares Mártires.
"Es un milagro que nadie, ni los científicos, pueden explicar. Y esto ocurre en el año del centenario. El zar nos ayuda. Ellos (el zar y su familia) murieron para que convirtamos a Rusia en un país floreciente, en un gran país. Tenemos la obligación de hacerlo", dijo la legisladora, de 36 años.
El revolucionario anuncio fue recogido por los medios locales, que acudieron a comprobar la veracidad del asunto, mientras la Iglesia ortodoxa rusa se mostró cauta y ha decidido enviar a una comisión para investigar el supuesto milagro.
"No he visto ningún milagro, no he sentido ningún olor agradable ni tocado ni una sola gota de aceite", reportó un corresponsal del diario "Komsomólskaya Pravda-Crimea" desde el lugar de los hechos.
Destacó, sin embargo, que "bastantes personas se acercan a la estatua, la tocan, rezan, algunos vienen con niños. Pero también se congregan escépticos, que dicen que esto no puede ser, que en Sinferópol llovió toda la noche y por eso no se distingue si está mojada o sale aceite".
"¿Dónde tengo que tocar el busto? Dicen que exuda aceite...", preguntó, por su parte, otro periodista del diario independiente "Nóvaya Gazeta" a un feligrés, que le indicó: "ahora sólo en el lado izquierdo".
Sin embargo, el reportero asegura que le tocó la mejilla izquierda y la estatua estaba seca, y que tampoco encontró restos de aceite al tocarle la oreja, como le aconsejó otra chica.
Para Oleg, un novicio del templo de Todos los Santos, "la crisma (aceite sagrado) se manifiesta con manchas blancas que van desde la sien hasta el mentón de la escultura".
"Si aparece en los ojos significará muerte y guerra. Considero que habrá guerra, una gran revuelta en Ucrania", asegura.
"La cabeza del zar está ensangrentada. La cabeza está más roja que los hombros y las medallas, pero el zar Nicolás nos guarda, porque murió por el país", afirma la feligresa María Timoféyevna.
La reacción de la Iglesia Ortodoxa rusa, que el 20 de agosto de 2000 canonizó al zar Nicolás II y a su familia -asesinados por los bolcheviques el 18 de julio de 1918- ha sido, por el momento, de cautela.
"En la vida espiritual todo es posible. Pero a decir verdad, nunca me había tropezado con un caso en que una escultura exude aceite. No debemos darnos prisa en decir sí o no. La Iglesia dará sus conclusiones. Se debe crear una comisión que investigue el fenómeno", dijo el archimandrita Kallinnik Chernichev, del seminario crimeo de Táurida.
"Creo que hay que mantener una actitud de calma y no caer en la manía de los milagros", dijo a la radioemisora Eco de Moscú el sacerdote Pável Florenski, responsable del grupo de estudio de señales milagrosas del Patriarcado de Moscú.
"Nos espera la primera revolución psiquiátrica de todo el mundo", comentó hoy en esa radio independiente el político opositor Dmitri Gúdkov, en referencia a los últimos acontecimientos en torno al zar y a la casi clínica fidelidad que le profesa la diputada Polklónskaya.






 
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