Israel no ha permitido inmigrar al país a
tres familias de venezolanos convertidos al judaísmo, al considerar que
no han demostrado la pertenencia a una comunidad judía como exige la
ley para considerarlos judíos y facilitarles la nacionalidad israelí.
Se trata de nueve venezolanos de la
pequeña localidad de Maracay que, tras convertirse al judaísmo ante una
corte rabínica conservadora en 2014, después de tres años de estudiar la
religión, pidieron hacer lo que se conoce como aliá (ascenso, en
hebreo, palabra que se utiliza para la migración a Israel).
“El problema es que es necesario cumplir
todos los criterios de la Ley del Retorno y, en este caso, el
Ministerio de Interior ha considerado que no se han cumplido”, señaló a
Efe Yigal Palmor, portavoz de la Agencia Judía, institución que se ocupa
de este tipo de emigración.
Esa ley determina quiénes pueden
solicitar el estatuto del “oleh” (migrante que recibe la nacionalidad) y
define qué es ser judío para este caso particular: cualquier persona
nacida de madre judía y que no se haya convertido a otra religión.
En el caso de las personas que se
convierten al judaísmo, exige cumplir determinados criterios para
comprobar que se trata de una conversión válida, entre ellos que el
convertido sea miembro de una comunidad judía reconocida durante un
plazo mínimo de nueve meses.
Según fuentes de la Agencia Judía, el
Ministerio de Interior ha comprobado que los nueve venezolanos “no
pertenecían antes de su conversión a ninguna comunidad judía y no
tomaron parte en la vida comunal ni antes ni después de su conversión”,
pese a que posteriormente se unieron a la comunidad de la cercana ciudad
de Valencia.
Interior “insiste en el cumplimiento de
las exigencias para evitar que se manipule el tema de la conversión con
motivaciones de tipo económico”, señaló la fuente, que pidió no ser
identificada.
Las tres familias han pedido que se
revise su caso y que se les conceda la posibilidad de emigrar y han
alegado que están enfrentándose a enormes dificultades debido al
deterioro económico, social y político que vive Venezuela.
Uno de los rabinos que les convirtió,
Juan Mejía, escribió a Interior para pedir que se les acepte ya que
afrontan la escasez de alimentos y medicinas, además de amenazas a su
seguridad personal dado que “el país en el que viven está colapsando”,
señaló el diario Haaretz.
Según Mejía, los nueve afectados “solo
comen una vez al día, porque es imposible conseguir comida en los
supermercados vacíos” y se enfrentan a una criminalidad rampante.
EFE