El
diario El Nuevo Herald realizó un trabajo donde retrata la realidad de
los venezolanos que se han apostado por emigrar escapando de la escasez y
el aumento de precio de los rubros.
Tal
es el caso de Edgar León, quien está viviendo un sueño distinto al que
apostaba cuando votó por la revolución socialista de Hugo Chávez en
Venezuela: parado en una esquina en la República Dominicana vendiendo
arepas y limonada para mantener a su mujer y a sus hijos que se quedaron
en su país.
“Somos una nación rica”, dijo León. “Esto es una vergüenza. Nunca quise salir de mi país”, destaca el artículo.
El texto señala que las calles de Santo Domingo acogen a un
inmigrantes de bajos recursos los mismos que deberían beneficiarse de
los alimentos subsidiados, las casas baratas, la protección a los
trabajadores y la educación gratuita que garantizaba el gobierno de
Chávez.
Los venezolanos se pueden encontrar frecuentemente en intersecciones
y distritos comerciales de República Dominicana como vendedores
callejeros. Otros están atendiendo mesas en bares y restaurantes, o
trabajando en hoteles y poniendo los víveres en bolsas en los
supermercados.
Fuente: N