Existen
innumerables historias de seres monstruosos que se ocultan en lagos,
bosques y lugares recónditos, pero pocos han calado tan profundo como la
famosa leyenda del chupacabras: una criatura cuyos relatos se
multiplican desde Puerto Rico hasta Rusia. ¿Hay algo de cierto sobre
este misterioso ser?
Según
los registros, la primera vez que alguien vio al chupacabras fue en
1995, en Canóvanas, Puerto Rico, y fue descrito como un ser
espeluznante, semejante a un extraterrestre. A este relato se sumaron
los de otros pobladores, que describían a la criatura como un ser bípedo
de 1,20 a 1,50 metros, con púas en su espalda, largas garras y grandes
ojos. Se le culpaba de la muerte del ganado, al que le succionaba la
sangre, perforándole el cuello.
Aunque la leyenda cobró relevancia y se volvió viral, durante la
década del 2000, el monstruo llegó a ser algo diferente: ya no se
trataba de un extraterrestre, sino de una especie de animal cuadrúpedo,
semejante a un perro sin pelos y de aspecto espantoso. De hecho, varias
de estas criaturas fueron halladas muertas, pero al estudiarse su ADN,
se determinó que eran en realidad perros o coyotes con sarna sarcóptica
(provocada por ácaros), algo bastante común y que genera ese aspecto
desagradable y extraño en la piel de los animales.
En cuanto al ganado víctima del presunto chupacabras, no es rara la
muerte de estos animales a manos de perros salvajes o coyotes, que dejan
esas mascas en los cuerpos. Los animales mueren de una hemorragia
interna, sin mostrar más heridas. Según Bill Schutt, del Museo de
Historia Natural en Nueva York, los animales que se alimentan de sangre,
como los murciélagos vampiros, la obtienen de la superficie de la piel,
no de la vena yugular. Además, un animal del tamaño de un perro moriría
de hambre fácilmente si se alimentara de sangre, que carece de
componentes esenciales como la grasa.
¿Por qué si el mito fue desterrado desde la ciencia, sigue siendo tan
popular? Algunos investigadores afirman que el mismo se arraiga en un
sentimiento anti norteamericano por parte de algunos países de
Latinoamérica. Sin embargo, la popularidad del chupacabras puede deberse
simplemente al poder multiplicador de internet, que hizo que, a pesar
de ser desacreditado por la ciencia, el mito continúe cobrando cada vez
más seguidores.
Fuente: tuhistory