¿de
qué se trata? Los objetos con este tipo de órbitas tienen múltiples
orígenes posibles: una vez pudo haber sido un cometa, o podría haberse
desviado de una población de objetos oscuros en el cinturón principal de
asteroides.
Una
misión de la NASA llamada Neowise ha descubierto un par de nuevos
objetos celestes que viajan a través de nuestro barrio cósmico. Uno de
ellos es claramente un cometa y podrá ser visto con binoculares la
próxima semana. Otro se encuentra en la borrosa frontera que separa a
los asteroides de los cometas, así que su auténtica identidad todavía no
está desvelada.
El objeto llamado 2016 WF9 fue detectado el 27 de noviembre. Su
órbita lo lleva en un recorrido escénico por nuestro Sistema Solar digno
del mejor touroperador cósmico. En su mayor distancia del Sol, se
acerca a la órbita de Júpiter. En el transcurso de 4,9 años terrestres,
se desplaza hacia el interior, pasando por debajo del cinturón principal
de asteroides y de la órbita de Marte hasta que se balancea justo
dentro de la propia órbita de la Tierra. Después de eso, se dirige de
nuevo hacia el Sistema Solar exterior.
Pero, ¿de qué se trata? Los objetos con este tipo de órbitas tienen
múltiples orígenes posibles: una vez pudo haber sido un cometa, o podría
haberse desviado de una población de objetos oscuros en el cinturón
principal de asteroides.
Sea lo que sea, 2016 WF9 se acercará a la órbita terrestre el 25 de
febrero de 2017. A una distancia de casi 51 millones de kilómetros de
nuestro planeta, este paseo no lo traerá especialmente cerca. Los
científicos conocen bien su trayectoria y el objeto no es una amenaza
para la Tierra en un futuro previsible.
La otra novedad sí lleva el carné de identidad por delante.
Descubierto por Neowise un mes antes, es claramente un cometa que libera
polvo a medida que se acerca al Sol. Bautizado como C/2016 U1 Neowise,
«hay una buena oportunidad de que llegue a ser visible con un buen par
de prismáticos, aunque no podemos estar seguros, porque el brillo de un
cometa es notoriamente impredecible», advierte Paul Chodas, gerente del
Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra en el Laboratorio de
Propulsión a chorro (JPL) de la NASA en Pasadena, California.
Visible desde el hemisferio norte durante la primera semana de 2017,
el cometa estará en el cielo sudeste poco antes del amanecer. Se mueve
más hacia el sur cada día y alcanzará su punto más cercano al Sol,
dentro de la órbita de Mercurio, el 14 de enero, antes de regresar a los
límites exteriores del Sistema Solar en una impresionante órbita de
miles de años de duración. Tampoco se considera una amenaza para nuestro
planeta tampoco.
Grande y oscuro
Neowise es una misión de caza de asteroides y cometas en infrarrojo, prolongación de la primera misión WISE. Después de descubrir más de 34.000 asteroides durante su primera etapa, Neowise fue sacada de la hibernación en diciembre de 2013 para encontrar y aprender más acerca de los asteroides y cometas que pudieran representar un peligro de impacto con la Tierra. Si WF9 2016 resulta ser un cometa, sería el décimo descubierto desde la reactivación. Si resulta ser un asteroide, sería el número cien.
Neowise es una misión de caza de asteroides y cometas en infrarrojo, prolongación de la primera misión WISE. Después de descubrir más de 34.000 asteroides durante su primera etapa, Neowise fue sacada de la hibernación en diciembre de 2013 para encontrar y aprender más acerca de los asteroides y cometas que pudieran representar un peligro de impacto con la Tierra. Si WF9 2016 resulta ser un cometa, sería el décimo descubierto desde la reactivación. Si resulta ser un asteroide, sería el número cien.
Lo que sí saben los científicos es que WF9 2016 es relativamente
grande: aproximadamente de 0,5 a 1 km de ancho. También es bastante
oscuro, ya que refleja sólo un pequeño porcentaje de la luz que cae
sobre su superficie. Este cuerpo se asemeja a un cometa en su órbita y
reflectividad, pero parece carecer de la característica nube de polvo y
gas que los define.
«2016 WF9 podría tener orígenes de cometa», dice James «Gerbs» Bauer,
investigador en el JPL. «Este objeto ilustra que la frontera entre los
asteroides y los cometas es borrosa. Tal vez con el tiempo haya perdido
la mayor parte de los volátiles que permanecen en su superficie o justo
debajo».
Como el asfalto o el carbón
Los objetos cercanos a la Tierra (NEOs, por sus siglas en inglés) absorben la mayor parte de la luz que cae sobre ellos y vuelven a emitir esa energía en longitudes de onda infrarrojas. Esto permite a los detectores de infrarrojos de Neowise estudiar tanto los oscuros como los de color claro casi con la misma claridad y sensibilidad.
Los objetos cercanos a la Tierra (NEOs, por sus siglas en inglés) absorben la mayor parte de la luz que cae sobre ellos y vuelven a emitir esa energía en longitudes de onda infrarrojas. Esto permite a los detectores de infrarrojos de Neowise estudiar tanto los oscuros como los de color claro casi con la misma claridad y sensibilidad.
«Se trata de objetos muy oscuros -apunta Joseph Masiero, científico
de Neowise-; piense en el asfalto nuevo en la calle o en el carbón, y en
algunos casos son incluso más oscuros».
Los datos de Neowise se han utilizado para medir el tamaño de cada
objeto próximo a la Tierra que se observa. Un total de 31 asteroides
descubiertos pasan dentro de unas 20 distancias lunares de la órbita de
la Tierra, y 19 tienen más de 140 metros, pero reflejan menos del 10% de
la luz solar que cae sobre ellos.
La misión ha completado su séptimo año en el espacio tras haber sido
puesta en marcha el 14 de diciembre de 2009. Sus datos están disponibles
para todos aquellos que estén interesados en conocerlos.
Fuente: ABC