El lugar es paradisíaco, ideal para vivir relajado en el condado de Miami-Dade. Está ubicado en la isla paradisíaca Key Biscayne en Florida,
destinada a la clase alta. El arrecife es sereno, la naturaleza
exuberante y las playas hermosas. Una zona apartada del bullicio de
Miami Beach o del distrito financiero de Brickell. Aquí viven
empresarios millonarios, acaudalados hombres de negocios. Es el lugar
preferido de políticos latinoamericanos que deciden invertir su dinero,
mal o bien habido, en propiedades, cuya plusvalía crece
vertiginosamente. La Isla, es también un lugar elegido por famosos y
artistas como Jorge Ramos, Andy García o Brad Pitt.
La apartada de isla Key Biscaye está al norte de Coco Gove y al sur
de Miami, el centro neurálgico del lavado de dinero. Este es el lugar
perfecto para esa actividad ilícita, aunque absolutamente tolerada en
Estados Unidos, pero también para descansar, relajarse y desconectarse
del mundanal ruido y los problemas. Sus palmeras, calles
alineadas en un diseño urbanístico lujoso y la abundante vegetación, lo
convierten en el destino preferido de la gente que quiere disfrutar
apaciblemente del entorno. Y también, de quien prefiere vivir
permanentemente de “vacaciones”. Su playa más grande y popular es
Crandon Park que se extiende al norte de la isla. Es un lugar público
con canchas de voleibol playero, alquiler de kayaks, cabañas y todo un
ecosistema de dunas, manglares, árboles tropicales y praderas de plantas
marinas. La isla tiene además variedad de restaurantes, boutiques,
supermercados, bancos, hoteles y clínicas. Todo bajo el maravilloso sol
del Sur de la Florida.
Key Biscayne es también la “isla de las mujeres solas”. Mientras sus
maridos, amantes, o parejas trabajan y hacen dinero, ellas y sus hijos,
viven en un lugar ideal. Los complejos habitaciones se extienden a la
orilla de la playa. Son condominios de lujosos departamentos. Aquí
tienen todo: piscina, restaurantes, gimnasio, spa, canchas de tenis,
tiendas, baños sauna, salón de baile, salón de juegos infantiles…
Este es el lugar elegido por Angélica Rivera para pasar temporadas en dos lujosos apartamentos ubicados a pie de playa,
en el exclusivo complejo residencial Ocean Club en el número 799 de
Crandon Boulevard. Entrar al lugar es imposible sin invitación previa de
algún residente. El guardia de la caseta de vigilancia me da el pase
número 71269. Recorrer las calles de esta lujosa urbanización es entrar a
un mundo de lujo. Camino por la North Cabana Lane hasta el 791 para
visitar las tres torres que componen este club residencial de más de 800
departamentos, villas y cabañas.
“El Ocean Club tiene su propio estilo distintivo de la isla. Independientemente de cómo llenar sus días
-nadar en una piscina por el océano, jugar al tenis, comer o relajarse
en una terraza con vistas al mar, tener los mimos en el spa- es una
maravilla de comodidad y facilidad absoluta. Es un enfoque de vida sin
esfuerzo, casual, con las cosas buenas de la vida. Aquí se encuentra de
lujo sin limitaciones para saborear y disfrutar”, dice la publicidad.
Para llegar hasta la “Ocean Tower One” donde la Primera Dama disfruta
de dos departamentos hay que recorrer las áreas de piscina rodeadas de
camastros, canchas de tenis y restaurantes. Aquí los departamentos
pueden costar entre 1 y 9 millones de dólares, según el tamaño y la
ubicación. María Isabel, la portera con un fuerte acento cubano, dice
que la señora Rivera llega varias veces al año para disfrutar de sus
departamentos 304 y 404:
–Ella es encantadora, una señora muy elegante. Siempre viene
con sus hijos y claro, con muchos escoltas por eso tienen dos
departamentos –dice con una amplia sonrisa.
Efectivamente, sus vecinos se quejan del despliegue de seguridad que
entorpece la serenidad habitual de este lugar paradisíaco. Llegan
rodeados de escoltas en varias camionetas. Los agentes de seguridad
siguen a la familia presidencial allí dónde van, mientras los residentes
nadan, comen o hacen ejercicio, algo que resulta llamativo:
–Es incómodo estar comiendo con los guaruras rondado por aquí
–comenta Laura Orellana, de origen venezolano que radica en este lugar
desde hace más de cinco años. Aquí tienen sus departamentos
mucha gente importante como el Presidente de Colombia, Juan Manuel
Santos, a quien vemos por aquí haciendo deporte. Nadie hace ese alarde
de escoltas como la señora Rivera y sus hijos, hasta helicópteros
sobrevuelan este lugar cuando vienen. Es muy incómodo, de verdad.
En el año 2005, Angélica Rivera creó una empresa offshore para
comprar este departamento. Este tipo de “empresas paja” se crean en
paraísos fiscales para evitar pagar impuestos y también para ocultar a
simple vista el nombre del comprador. Se trata de un recurso muy
utilizado entre los políticos y millonarios porque les asegura
confidencialidad y seguridad en sus inversiones. La compra del
departamento la hizo la empresa “Unit 304 OTO Inc. con dirección en el
número 1000 de la avenida Brickell, despacho 400 en la ciudad de Miami,
Código Postal 33131. La empresa está registrada bajo el número de
documento P05000086829 el 16 de junio de 2005.
En ese entonces, el departamento costó 1 millón 700 mil dólares. A través de la Ley de Transparencia, es fácil acceder a los registros públicos de las propiedades, donde aparecen los nombres de los dueños de este tipo empresas. Once años después, este departamento de la Primera Dama vale alrededor de 3 millones y medio de dólares, según dicen agentes de bienes consultados en la zona, que señalan que por concepto de impuestos, la señora Rivera ha pagado 332 mil 506 dólares, pero en los últimos años, sus impuestos los ha pagado otra persona.
Y es que Angélica Rivera no imaginaba que la prosperidad iba a llegar a su vida tan pronto. Después de casarse con Enrique Peña Nieto
su bienestar aumentó de manera exponencial. Ahora dispone también del
departamento 404, según comenta el personal del edificio. Es propiedad
de su vecino el empresario Ricardo Pierdant, beneficiado por el gobierno
de su esposo con contratos para construcción de distinta obra pública.
La suma de los dos departamentos con 7 habitaciones y ocho baños, da un
total de casi 9 millones de dólares.
La propiedad fue comprada por la empresa offshore Biscaye Ocean
Holdings, LLC., creada por Pierdant y con domicilio en el 8395 SW 73
Ave. 114, en Miami, Florida, Código Postal 33143. Es la empresa que pagó
los impuestos no sólo de este departamento, sino también del 304
propiedad oficial de la señora Rivera. ¿Por qué un empresario
beneficiado con contratos de obra pública paga los impuestos de la
propiedad de la esposa del Presidente de México?
Según los documentos obtenidos para esta investigación, Pierdant pagó a través de su compañía fantasma “Biscayne Ocean Holdings LLC”, el 3 de marzo de 2014,
los impuestos del departamento a nombre de La Gaviota del 799 Crandon
Boulevard 304. De acuerdo al documento obtenido emitido por el Real
Estate Property Taxes del condado de Dade en Miami, Florida, pagó 29 mil
703.82 dólares en concepto de impuestos. Así lo demuestra el recibo:
Echeck-14-104628. Ese mismo día, el 3 de marzo de 2014, Pierdant paga
también los impuestos del departamento 404 ubicado en el mismo edificio.
Según el recibo Echeck-14-104634 pagó 30 mil 633.34 dólares.