China
lanzó al espacio su nuevo cohete propulsor, el Larga Marcha CZ-5, el de
mayor tamaño hasta la fecha y que está llamado a formar parte de la
remesa de lanzadores espaciales más potentes nunca antes fabricados por
China.
El nuevo cohete despegó a las 20:43 hora local (12:43 GMT) del centro
de lanzamiento espacial de Wenchang, en la isla meridional china de
Hainan, según publica hoy la agencia oficial Xinhua.
El CZ-5, con el que Pekín confía en poder realizar futuras
misiones más ambiciosas en el cosmos que las acometidas hasta ahora, ha
sufrido numerosos retrasos en su desarrollo, debido a muchos problemas
tecnológicos y de ingeniería, destaca hoy el diario South China Morning
Post.
Los Larga Marcha, cohetes propulsores convencionales chinos, han
sido utilizados por la segunda economía mundial para llevar al espacio
misiones tripuladas y de exploración lunar, entre otras.
De hecho, fue un cohete Larga Marcha-2F el que el pasado 17 de
octubre impulsó al espacio a la nave Shenzhou-11 con dos astronautas a
bordo, con el objetivo de acoplarse al laboratorio Tiangong-2 y llevar a
cabo una misión de 33 días.
Se trata de parte de los preparativos de China con el fin de
establecer una estación permanente alrededor de la Tierra hacia 2022.
El CZ-5 es el último miembro de la familia de cohetes Larga Marcha, cuyo primer ejemplar fue lanzado al espacio en 1970.
Además, el programa espacial chino lanzará al espacio en
diciembre un nuevo modelo de cohete propulsor, el Kuaizhou-1, que
diferirá de los actuales en su bajo coste y rápida instalación, según
informó un portavoz de la compañía encargada del proyecto en la Feria
Internacional de la Aviación de Zhuhai (sur).
A diferencia de los Larga Marcha, el Kuaizhou-1 podrá ser enviado
al cosmos desde plataformas móviles y necesita un tiempo de preparación
menor.
Con la exploración espacial convertida en prioridad nacional,
este año la potencia asiática acumulará una cifra récord de 20 misiones
espaciales, en el marco de un programa que defiende tener fines
exclusivamente civiles, ante sospechas de países como EEUU de que
persiga objetivos militares. EFE