Un tuit colgado por la corresponsal de teleSUR en Venezuela, Madeleine García, dio cuenta de una delicada situación de agresión política planteada al sur del país, específicamente en la ciudad Puerto Ordaz, estado Bolívar. El texto de la comunicadora internacional habría pasado desapercibido, de no ser por el motivo que la llevó al relato en referencia: escolares menores de edad que el viernes pasado –día del mensaje- iniciarían el año escolar 2016-2017.
“#Inaceptable. Esto ocurrió en Puerto Ordaz”, se lee en la cuenta @madeleintlSUR, de la periodista nacida en el petrolero estado Zulia, al occidente nacional.
La advertencia, culminada con la promesa “seguiremos informando”, está acompañada de una gráfica -que una vez ampliada- descifra una determinación que no deja lugar a dudas sobre su rasgo fascistoide: “No aceptamos los niños de malditos chavistas”, en clara alusión al rechazo sobre descendientes de simpatizantes a la Revolución Bolivariana, en el Gobierno desde 1999.
La razón “de fondo”
Todo comenzó a mediados del año anterior, muy cerca de la culminación del lapso académico 2015-2106. Esa vez, la dirección del Centro de Educación Inicial La Villa Tricolor consideró la necesidad de trasladar su sede a la calle Dinamarca desde la calle Alemania, ambas coordenadas ubicadas en Los Mangos, acomodado sector de la urbanización Alta Vista.
La decisión del centro privado, generó inmediatas reacciones de parte de los residentes hacia el nuevo destino del plantel. De acuerdo al portal http://www.nuevaprensa.com.ve, en su edición del 7 de agosto 42 familias alegaban un seguro colapso de la vía de acceso “cuando los padres busquen a sus niños”, aunque parecían dejar en claro que “no nos oponemos al derecho de la educación de los niños”.
El 15 del mismo mes, http://www.correodelcaroni.com también se hizo eco de la molestia de la comunidad, “debido a las complicaciones logísticas y de mantenimiento que esto supone”, más la supuesta apatía de “la propietaria del preescolar y los dueños de la vivienda que serviría como su nueva sede”.
La web alude a presuntos gastos “de mantenimiento del portón, seguridad, aseo privado, iluminación, entre otros”.
Entretanto, el colegio mal visto proseguía difundiendo a través de @VILLATRICOLOR, informaciones vinculadas con los plazos para inscribir a los infantes, arreglos de la estructura del plantel y declaraciones de funcionarios del Gobierno nacional y regional enlazadas con el sector educativo. El vicepresidente Aristóbulo Istúriz y el gobernador de la entidad, Francisco Rangel Gómez, entre ellos.
El “maldito” portón
Este viernes, día previsto para el inicio de las actividades en La Villa Tricolor, el portón antes referenciado permaneció cerrado para quienes pretendían dirigirse a las instalaciones del centro en el que funciona entre otros servicios, un área maternal.
Propietarios de las viviendas del sector, impedían el tránsito peatonal de padres, representantes y menores esgrimiendo las mismas posturas del año pasado. Las explicaciones eran acompañadas de la tela insultante descrita al inicio y de otras que enarbolan el culto a la propiedad privada.
Sin embargo, el portal de investigaciones www.latabla.com tuvo acceso a datos que estarían detrás de los planteamientos reseñados por la prensa local, siendo todos de índole políticos con peso determinante en el rechazo a la ubicación del grupo escolar en la zona.
“En Los Mangos habitan los guarimberos más acérrimos del sector Alta Vista”, precisaron.
Agregaron que quienes obstaculizaron la entrada son parte de un grupo de personas con edades “entre los 45 a 70 años acompañados de niños entre 18 y 30 años”.
Precisaron que “el único delito de quienes van a su primer día de clases”, es ser matriculados por “la propietaria que es chavista y su hijo, un primer teniente de nuestra Fuerza Armada Nacional.