Creada por Charlie Brooker, Black Mirror es una antología de historias, en las que el denominador común es mostrar el lado oscuro de la tecnología. La revista The New Yorker la definió como "The Twilight Zone para la era digital".
La tercera temporada consta de seis episodios y estará disponible en Netflix a partir del próximo 21 de octubre. Al ser una antología, como La dimensión desconocida (The Twilight Zone), cada episodio cuenta una historia diferente y cuenta con un elenco distinto, sin relación con el capítulo previo.
El episodio 'San Junípero' está ambientado en 1987.
Laurie Sparham/Netflix
El elenco de la tercera temporada es digno de una megaproducción pues reúne a Bryce Dallas Howard (Jurassic World), Mackenzie Philips (Halt and Catch Fire), Gugu Mbatha-Raw (Belle), Kelly Macdonald (Boardwalk Empire), Jerome Flynn (Game of Thrones) y Michael Kelly (House of Cards), entre otros.
En Channel 4 Black Mirror tenía tres episodios por temporada, así que su paso a Netflix supone un ascenso en ambición y alcance global, al punto que por primera vez tendrá un episodio de hora y media de duración. Titulado Hated in the Nation, el comunicado de Netflix indica que es un capítulo inspirado en series escandinavas como The Killing y Borgen.
Además, incluirá un episodio ambientado en los años 80 titulado San Junípero, protagonizado por Mackenzie Davis y Gugu Mbatha-Raw, si eres de los que extraña Stranger Things.
Entre los directores de los nuevos episodios de Black Mirror se encuentran Joe Wright, Dan Trachtenberg (10 Cloverfield Lane) y James Watkins (The Woman In Black).
El creador del programa, Charlie Brooker, explicó el significado de la serie al diario inglés The Guardian: "Si la tecnología es una droga -- y a veces se siente como una droga -- entonces, ¿cuáles son sus efectos secundarios? Esta área, entre el placer y el dolor, es donde se sitúa Black Mirror".
"El espejo negro al que alude el título es aquel que encuentras en cada pared, en cada escritorio, en la palma de cada mano: la pantalla reluciente y fría de un televisor, un monitor o de un teléfono inteligente", afirma Brooker.
Sin duda, Black Mirror es una serie que juega con las ansiedades tecnológicas de la gente común.