Megan Stephens es una joven británica que fue traficada y vendida durante seis interminables años.
Ahora, su traumática experiencia fue plasmada en un libro llamado
Bought & Sold (Comprada y vendida), un texto que se ha convertido en
un éxito de ventas en el Reino Unido.
Todo empezó cuando tenía 14 años de edad y viajó junto a su madre a
Grecia donde tenían pensado pasar unas vacaciones inolvidables cerca del
mar. Una noche, en un bar, conoció a un albanés llamado Jak de 22 años y
depositó toda su confianza en él, ya que sus padres vivían bajo los
efectos del alcohol.
Su madre permitió que Megan pasara todas las vacaciones con el hombre
y a los pocos días, Jak confesó estar enamorado de la niña.
Al poco tiempo, el hombre la convenció de irse a vivir juntos a un departamento de Atenas, logrando persuadirla de que consiguiera un trabajo en un lugar de strippers, en donde sólo debía mostrar sus senos. Eso la ayudaría a solventar las medicinas de su madre, quien padecía cáncer de tiroides.
Aunque a ella no le gustaba lo que hacía, se sentía una heroína por
ayudar a su madre. Lo que ella no sabía, es que su traumática
experiencia estaba naciendo.
Jak le presentó a su novia un hombre llamado León y le dijo “éste
será tu nuevo jefe”, al mismo tiempo que recibía dinero. En ese momento,
Megan entendió que estaba siendo vendida.
Fue llevada hasta la oficina de un abogado, quien la encerró en un
cuarto pequeño, sin ventanas, donde había una cama y una cámara de
grabación en un trípode. Allí, el hombre le sacó la ropa y tuvo sexo con
ella. Le pagó 50 euros. “Estaba muy traumatizada hasta para llorar”,
señaló Megan.
Al salir, se encontró con Jak, quien le dijo que en poco tiempo
tendrían el dinero suficiente para formar una familia, comprar un
automóvil e incluso una casa en la cual vivir. La joven estaba en shock y
se desesperó, por lo que jak comenzó a maltratarla.
“Fui violada por 110 hombres en 22 horas”
Dos días después de su desagradable experiencia con el abogado,
comenzó a trabajar como escort en diversos hoteles. Tenía sexo con no
menos de ocho adultos cada día. Incluso con Jak, quien la despreciaba.
Sin embargo, quedó embarazada y el albanés la golpeó tanto en el estómago que tuvo un aborto. Apenas tenía 14 años.
Su “dueño” la dejó en manos de un coterráneo de nombre Elek, a quien
debería rendirle la mitad de sus ganancias. Elek la llevó a diversos
burdeles. Allí, Megan debía pasar cinco minutos con cada hombre a cambio
de 20 euros. En su primera noche, 50 clientes usaron su cuerpo.
Esto se repetía cada 24 horas y ése era el promedio de hombres que
tenían sexo con ella cuando el sol se ocultaba. En una ocasión contó un
número increíble: “Fui violada por 110 hombres en 22 horas”, según consignó el diario inglés DailyMail.
Fueron 6 largos años hasta que no aguantó mas y trató de suicidarse.
Pasó tres meses internada en un hospital y los médicos y enfermeras
comprendieron lo que sucedían, así que llamaron a las autoridades y a su
madre para que viniera a buscarla.
Ya en casa, Megan se refugió en el alcohol. Años después consiguió ayuda en una iglesia donde se sintió reconfortada y querida. Allí conoció a su actual pareja de quien espera un hijo.
“Es la primera vez que en realidad me enamoro por la personalidad de
alguien. Es asombroso, y me ayudó mucho. Estar embarazada ha jugado una
gran parte. Me hace sentir normal”, indicó la joven, quien hoy con 26
años encontró una manera de volver a creer en la vida.