Pablo Montero ingresó en un centro de
rehabilitación, pues sintió que sus problemas de alcohol y drogas
estaban afectando demasiado su vida.
Montero se separó de su esposa Carolina
Van Weilink, al darse a conocer un penoso espisodio donde se le vio en
un motel con cuatro prostitutas, lo que detonó los problemas con su
mujer.
El actor y cantante espera encontrar
ayuda en ese lugar, y recuperar el tiempo perdido con su familia, pues
él adora a sus hijas Carolina y Daniela, a quienes llama princesas.