Miley Cyrus, conocida ahora por sus maneras atrevidas, mostrar sus
pechos en fotografías o dejar de depilarse las axilas, ha confesado que
interpretar el papel de Hannah Montana le generó fuertes complejos, que
derivaron un trastorno de dismorfia corporal y ataques de ansiedad,
reseñó ABC.es
En una entrevista con la revista “Marie Claire”, ha señalado que en la serie le ofrecieron estándares de bella poco reales.
“Me habían dicho durante mucho tiempo qué tipo de chica debía ser por
lo que vivía en ese programa. Cuando tenía 11 años yo tenía que ser
‘esa estrella pop, que significaba ser rubia, con el cabello largo, y
debía usar prendas brillantes apretadas’. Mientras tanto, yo era una
niña frágil que interpretaba el papel de una adolescente de 16 años que
usaba peluca y toneladas de maquillaje”, ha relatado la joven.
“Me hicieron parecer alguien que no era, lo que probablemente me
ocasionó trastorno de dismorfia corporal, porque me hacían estar tan
linda todo los días que cuando yo no estaba actuando me preguntaba:
‘¿quién diablos soy?'”, ha dicho.
Cyrus, hija del cantante de música country Billy Ray Cyrus, ha
confesado que experimentó su primera menstruación cuando grababa el
programa, pero no podían hacer más que trabajar. “Fue muy embarazoso,
pero yo no podía irme. Estaba llorando, y le suplicaba a mi mamá que me
pusiera ella el tampón porque yo tenía que estar en el plató”, ha
narrado. La chica, en ese momento menor de edad, trabajaba durante 12
horas al día, y también desarrolló problemas de alimentación.
Cyrus, de 22 años, grabó la serie entre 2006 y 2011, ha señalado que
desde entonces ha tenido problemas de identidad. Durante las ruedas de
prensa o paseos por la alfombra roja llegó a sufrir problemas de
ansiedad. La cantante de “Wrecking Ball” ha señalado que el flash de las
cámaras le mareaba y tenía que soportar las ganas de vomitar mientras
estaba frente a los fotógrafos.