Estar a la vanguardia es otra de las características
destacadas de Japón. Y en las cuestiones religiosas esto también se hace
presente pues, una llama sirvió como testigo durante la celebración de una boda.
Aunque los orígenes de este ritual son desconocidos, en la Prefectura de Tochigi este original servicio facilita la disposición de estos animales para las ceremonias matrimoniales.
Limpia, con un lazo y perfumada, la llama acaparó las miradas de todos los asistentes al singular evento y fue la protagonista de varias fotos.