“El día que descubrí que mi pareja era gay”



Muchos hombres y mujeres homosexuales terminan casándose con una pareja del género opuesto. Pero ¿cómo se siente el esposo o la esposa cuando descubre que su pareja es gay?
“Uno se siente casi homofóbico cuando les dice cualquier cosa. Para mí no es valiente pasar 10 ó 20 años con alguien solo para que te descarten y te dejen destruida”, dice Emma, una mujer que descubrió hace un año que su esposo era homosexual.
“Ellos quizás se van y empiezan una vida nueva y maravillosa mientras dejan a la esposa devastada. Sientes que toda tu vida la desperdiciaste y que no hay un cierre”.
Una de las experiencias más difíciles que muchas esposas deben enfrentar es ver que sus exparejas son elogiadas y clasificadas de valientes por salir del clóset, pero ignoran el daño que dejan atrás.
Eso lo vivió Carol, quien tiene 43 años. Cuando su exesposo se volvió un activista por los derechos de los homosexuales, ella recibió un mensaje en el que su expareja era calificada de una inspiración y un modelo a seguir.
“Estaba asqueada por el hecho de que alguien realmente lo considerara ambas cosas cuando había pasado toda nuestra relación mintiéndome a mí y a sí mismo”.
“Para mí no hay nada de lo que deba sentirse orgulloso. Él destruyó nuestra familia por su incapacidad de admitir que era gay“, explica.
Ellos se casaron en 2003 y tienen dos hijos. Carol asegura que era “muy feliz y estaba enamorada”.
Pero había signos de que algo no estaba bien como los sitios web de citas para homosexuales que ella encontró en su computadora. En 2009, él le dijo que era homosexual pero que quería estar con ella.

Negación

Carol admite que quizás estaba en un estado de negación pero pensó que hallarían una manera de resolver la situación, pues él era el hombre con el que ella quería pasar el resto de su vida.
 
 
Un año después lo inevitable sucedió: su expareja regresó a casa, le dijo que era gay y se fue.
“Sentí que mi mundo entero se había desmoronado pero regresó y dijo que siguiéramos juntos por el bien de los niños. No sabía qué hacer. Decidimos vivir una mentira por dos años. A los ojos de cualquier persona éramos una pareja normal y feliz”, cuenta.
Pero no funcionó y se divorciaron.
Carol cuenta que la dificultad fue el shock, el impacto que le produjo la noticia. Él tenía tiempo para acostumbrarse con la nueva situación pero para ella todo había sucedido demasiado rápido.
Ahora su exesposo está casado con un hombre y Carol señala que se llevan bien por el bienestar de los niños.
“Me tomó mucho tiempo superarlo, para mí era un asunto de confianza. ¿Cómo puedo confiar en alguien otra vez? No puedo competir con otros hombres. Soy una mujer, él debió ser honesto desde el principio”.
Hubiese sido más fácil si hubiese sido una mujer, al menos él me hubiese amado en primer lugar. Dice que me amó pero no le creo”.

Fracaso

Kevin, quien tiene 51 años, había vivido con su esposa por siete años. Un día ella le preguntó si se podía pasar al cuarto de invitados para ella poder estar con una mujer. Él no tenía la menor idea de que ella era lesbiana.

 
 
“Un día, ella se me acercó y me dijo: ‘¿Está bien si tengo una novia?‘”
“Si una pareja tiene una aventura con el alguien del sexo opuesto puedes molestarte pero esto es mucho más complicado. Ella había estado experimentando estos sentimientos por dos años pero nunca dijo nada”, señaló Kevin.
Ella quería seguir casada, pero él no pudo vivir una mentira y se divorciaron. No han hablado desde que se separaron y ahora ella tiene una compañera.
La vida de Kevin quedó destruida al punto de querer cometer suicidio.
“Quería darle una oportunidad a mi matrimonio, había invertido todo en él. No quería ser un fracaso. Me sentí un desastre como hombre y como esposo. Fue una época mala, muy, pero muy mala”.
Hay diferentes razones por las cuales los gays se comprometen a sostener una relación heterosexual: puede ser que no son totalmente conscientes de sus sentimientos, que tienen esperanza de que esos sentimientos desaparecerán o solo tienen miedo a sufrir discriminación y prejuicios.
Algunos pueden haber estado casados por años y el hecho de que cuando contrajeron matrimonio vivían en una sociedad menos tolerante hacia los homosexuales es un factor a tomar en cuenta.

“Tienes que ser honesto contigo mismo”

El exjugador de rugby gales Gareth Thomas duda que hubiese llegado a la cúspide de ese deporte si se hubiese declarado homosexual abiertamente.
 
 
 
Cuando dio el paso en 2009, sintió que había vivido en un estado de negación sobre sus verdaderos sentimientos pero que aun así había amado genuinamente a su esposa.
Tanto Carol como Kevin tienen un mensaje muy claro para quienes están en matrimonios heterosexuales pero creen que son gays.
“Tienes que ser honesto contigo mismo y con tu pareja, especialmente cuando hay niños de por medio. No conocer tu propia sexualidad y tomarte el tiempo para decidir tu inclinación sexual, lastima a todas las personas que están envueltas. Sé leal con lo que eres”, dice Carol.
Kevin añade: “Entre más rápido sales (del clóset) mejor para todas las personas involucradas. Es difícil terminar un matrimonio, pero el hecho es que no puedes empezar a arreglar las cosas mientras estás en el clóset. Estás clavado en el exterior y ni siquiera lo sabes”.
Ya han pasado seis años desde aquella experiencia que marcó su vida. Ahora describe su existencia como “brillante” y se dedica a apoyar a quienes han atravesado por situaciones similares.
Asegura que quienes puedan estar en la posición en la que él estuvo con su exesposa deben pedir ayuda. Por ejemplo, pueden contactar al grupo de apoyo Straight Partners Anonymous (Parejas Heterosexuales Anónimas).
“(La situación) mejorará. Ha sido difícil, mi vida ha tomado un rumbo completamente diferente, pero es mucho mejor de lo que pude haber imaginado”, indica.






 
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