El exBeatle Paul McCartney, que fue encarcelado en Japón en los 80 por posesión de marihuana, ya no fuma porros para “no dar ejemplo” a sus hijos y nietos, según confiesa en una entrevista en “The Daily Mirror”.
El músico, de 72 años, asegura que “hace mucho tiempo” que no toca el
cannabis y explica que ahora prefiere relajarse con una copa.
“Ya no lo hago. ¿Por qué?. La verdad es que no quiero sentar un ejemplo para mis hijos y nietos. Ahora es una cuestión de paternidad”, declara.
“Antes, yo era simplemente un tipo que andaba por Londres pasándoselo
en grande, y los niños eran pequeños, así que lo que intentaba era no
hacerlo delante de ellos”, afirma en la entrevista con el diario.
“En lugar de fumarme un porro, ahora me tomo una copa de vino o un buen margarita. La última vez que fumé fue hace mucho tiempo”, asegura.
Según lo que se ha escrito sobre el asunto, fue el cantautor
estadounidense Bob Dylan quien le introdujo en el consumo de marihuana
en agosto de 1964.
Su predilección por la droga llegó a las portadas de los periódicos en enero de 1980, cuando fue detenido en Japón después de que los agentes de aduanas descubrieran que llevaba 225 gramos de hierba en su equipaje.
El músico pasó diez noches en una prisión japonesa antes de ser liberado y deportado, gracias a la presión de sus admiradores.
Su consumo regular de cannabis también fue utilizado como argumento por su exesposa Heather Mills durante el juicio de divorcio en 2008.
En la entrevista con el “Mirror”, McCartney, padre de cinco hijos y
abuelo de ocho nietos, explica también el secreto de su saludable
aspecto físico.
Así, según detalla, va regularmente al gimnasio, ejercita la flexibilidad haciendo el pino durante varios minutos y utiliza la crema hidratante de su tercera esposa Nancy, de 55 años y con quien se casó en 2011.