Una vez más Madonna desata la polémica. Esta vez causó furor durante el festival de Coachella, en California, cuando le estampó sin previo aviso un beso al rapero canadiense Drake y éste se limpió la boca con gesto de asco.
La intérprete de Like a Virgin no solo dejó a todos atónitos con su llegada sorpresa en la presentación sino con la “apasionada” escena que aún se desconoce si fue organizada o se trató de una ocurrencia más de la “Reina del Pop”.
En el episodio el rapero intentó tocarle la cabeza a la diva pero ella le apartó la mano para continuar con el beso.
Al terminar, Drake se llevó la mano a la cara y entre risas se
preguntó “¿Qué demonios ha pasado?” a lo que ésta le respondió “Soy
Madonna, perra”.