Lupita Nyong’o todavía no se acostumbra a la fama.
“Pensé que todo terminaría tras los Oscars. Que los Oscars
vendrían y se irían y que, de pronto, todo volvería a la normalidad y
estaría en mi departamento”, relata en la edición de mayo de la revista Harper’s Bazaar, donde figura en la portada.
Mientras uno creería que la triunfante temporada de premios de Nyong’o fue fácil de sobrellevar para ella, la estrella insiste en que no fue así. “¿Sabes qué me mantuvo cuerda? No saber. Nunca
haber experimentado eso antes porque era territorio nuevo y no tenía
algo normal. No tenía sentido de lo que era normal en ese mundo. Todo
era nuevo. No creo que asista a tantos eventos de nuevo”, explica.
“Emma Thompson, Emma Thompson, Emma Thompson“,
respondió cuando le preguntaron quién la salvó en esos momentos de
locura. “Fue un gran alivio, verla pasar por todo eso con desenfado y de
forma juguetona. Esa es la persona que quiero ser. Quiero sentirme así
de cómoda incluso en este extraño ambiente en el que me ponen”.
Pero si lo que dice Nyong’o es verdad, que consideró a Emma Thompson
como una luz en medio de la tormenta, quizás podemos esperar que su
faceta juguetona sobresalga en futuras alfombras rojas, al estilo de su
ídolo.
Thompson fue nominada el año pasado por un Golden Globe, un SAG y un BAFTA por Saving Mr Banks, así que es cierto que se cruzó con Lupita varias veces, sin mencionar las innumerables veces en que la photobombeó.
Al preguntarle sobre su especial discurso, Nyong’o
admite: “Deseo que pudiera tomármelo más a la ligera porque a veces
cuesta, por lo que no puedo hacer esos discursos cada fin de semana,
cuesta mucho compartirlos en un lugar público. Pero no sé cómo hablar
desde otro lugar. Los kenianos somos muy ceremoniales. Hay una
formalidad que viene con las reuniones y por nuestra condición de
colonia. La oratoria es algo importante para los kenianos, la forma de
hablar a las masas es casi un arte”.
Al hablar de su herencia, a Nyong’o también le
preguntaron si sentía responsabilidad de compartir su experiencia
personal y de hablar en nombre de la diversidad en Hollywood. “No siento
que la responsabilidad no venga de otro lado que no sea mi instinto.
Siento la responsabilidad de hablar de ciertas cosas porque deseo que
alguien las hubiera dicho para mí. Sé que estoy en una posición
privilegiada donde muchas personas del mundo me ven y se sienten
conectadas conmigo y, quizás por mis orígenes y cuán limitada es la
representación para mi grupo demográfico, no siento la responsabilidad,
sino un ímpetu de hablar. Es un ímpetu. Estamos en 2015, señores. Todos
podríamos usar algo de diversidad. Puede ser tedioso explicar que hablo
inglés porque los kenianos hablamos inglés”, afirma.
Aunque no le encanta ser sometida al escrutinio público, Lupita adora actuar. “Disfruto
aprender cosas nuevas. Disfruto sentirme incómoda por ciertas razones.
Es más interesante. Más retador. Por eso soy actriz. Porque no hay nada
cómo sobre ser actriz. Uno siempre está en una vidriera, ¿sabes?”,
concluye.