La actriz despertará la polémica con su postura.
Kaley Cuoco Sweeting
es una de las estrellas televisivas mejor pagadas, pero no le importa
asumir roles más tradicionales en casa. De hecho, adora cuidar a su
esposo y no se avergüenza de admitirlo.
Cuando en la revista Redbook le preguntaron si se consideraba una feminista, replicó: “¿Está mal si digo que no?”.
Luego explicó su respuesta.
“No es realmente algo en lo que pienso. Las cosas son
distintas ahora y sé todo el trabajo que emprendieron muchas mujeres
antes de que yo apareciera… Nunca fui esa chica feminista que exigía
igualdad, pero quizás es porque nunca sentí inequidad”, señaló la actriz
que en la víspera de Año Nuevo celebrará un año de casada con el
jugador de tenis, Ryan Sweeting.
“Cocino para Ryan cinco noches a la
semana: eso me hace sentir como una ama de casa y me encanta. Sé que
suena antiguo pero me gusta la idea de la mujer ocupándose de su hombre.
Estoy en control de mi trabajo y me gusta llegar a casa y servirlo. Mi
mamá era así, así que creo que lo heredé”, agregó.
Pero su marido también la cuida mucho. Agradeció a su
“hermoso ángel” por cuidarla luego de que se sometió a una cirugía nasal
la semana pasada.
A Kaley también le gusta consentir a todos sus familiares.
“Todo lo que pienso es qué significa para mi familia, y saber que hay
seguridad para todos nosotros”, respondió cuando la interrogaron sobre
la cuantiosa suma de 1 millón de dólares que recibe por episodio de
filmación de la serie The Big Bang Theory.
“Mis papás pasaron 16 años llevándome a audiciones en Los
Ángeles. Cada día me ayudaban a aprenderme mis libretos, me dejaban
allí, me esperaban, me recogían, me daban charlas cuando no obtenía los
trabajos, me llevaron a clases de tenis y de equitación. Recuerdo
siempre anhelar que pudiera cuidarlos porque me criaron muy bien. Saber
que podré hacerlo me hace querer llorar”, confesó.
La estrella, quien tuvo que recurrir a las redes sociales
más de una vez para negar los rumores después de su operación, también
reiteró cuán bien se siente por tener los implantes de seno que se puso
en 2004.
“No tenía senos, y fue lo mejor”, declaró a Redbook.
“Siempre me sentí mal proporcionada, mis implantes me hicieron sentir
más cómoda con mi cuerpo, no se trataba de ser una estrella porno o de
lucir muy sexy”, añadió.