Lo que el viento se llevó se estrenó en Atlanta el 15 de diciembre de 1939 y se convirtió en la película más famosa de la historia del cine.
Un día como hoy pero 3 cuartos de siglo atrás, llegaba a las pantallas una de las producciones más ambiciosas de la historia, después de un rodaje largo y conflictivo.
Se trataba de la adaptación cinematográfica de la novela homónima de Margaret Mitchell, ganadora del Premio Pulitzer en 1937, que contaba una tremenda historia de amor en los tiempos de la Guerra de Secesión.
La elección de la actriz que interpretaría a Scarlett O’Hara requirió de gran trabajo. Fueron, en total, 1.400 las actrices que respondieron a la búsqueda, pero la elegida fue la británica Viven Leigh, una actriz poco conocida en USA pero que resultó un acierto.
Para el protagonista masculino, Rhett Butler, el primer elegido fue Gary Cooper pero se bajó del proyecto porque pensó que sería un fracaso. Finalmente el seleccionado fue Clark Gable.
Se dice que Gable y Leigh se llevaron pésimo durante todo el rodaje pero en la pantalla lograron conformar una de las parejas más perfectas de la historia del cine.
El productor David O’Selznick logró fichar a Victor Fleming como director del proyecto, conformó un elenco con 50 artistas, entre los que se destacaban Barbara O’Neil, Leslie Howard, Olivia de Havilland y Hattie McDaniel como Mammy, la fiel criada afroamericana de la familia O’Hara. Aunque Hattie no pudo asistir al estreno de la película por problemas raciales, tiempo después fue nominada al Oscar como actriz secundaria y se convirtió en la primera actriz de color en obtener un premio de La Academia del cine.
Lo que el viento se llevó consiguió 8 de los 13 Oscars a los que fue nominada: Mejor película, director, actriz protagónica, actriz de reparto, mejor guión adaptado (para Sidney Howard), fotografía, dirección de arte y montaje.
A la fecha sigue siendo una de las preferidas del público y, además, una de las más taquilleras de la historia. En su momento, Lo que el viento se llevó recaudó más de 400 millones de dólares en las taquillas de todo el mundo, una cantidad totalmente inusual para la época.
Un día como hoy pero 3 cuartos de siglo atrás, llegaba a las pantallas una de las producciones más ambiciosas de la historia, después de un rodaje largo y conflictivo.
Se trataba de la adaptación cinematográfica de la novela homónima de Margaret Mitchell, ganadora del Premio Pulitzer en 1937, que contaba una tremenda historia de amor en los tiempos de la Guerra de Secesión.
La elección de la actriz que interpretaría a Scarlett O’Hara requirió de gran trabajo. Fueron, en total, 1.400 las actrices que respondieron a la búsqueda, pero la elegida fue la británica Viven Leigh, una actriz poco conocida en USA pero que resultó un acierto.
Para el protagonista masculino, Rhett Butler, el primer elegido fue Gary Cooper pero se bajó del proyecto porque pensó que sería un fracaso. Finalmente el seleccionado fue Clark Gable.
Se dice que Gable y Leigh se llevaron pésimo durante todo el rodaje pero en la pantalla lograron conformar una de las parejas más perfectas de la historia del cine.
El productor David O’Selznick logró fichar a Victor Fleming como director del proyecto, conformó un elenco con 50 artistas, entre los que se destacaban Barbara O’Neil, Leslie Howard, Olivia de Havilland y Hattie McDaniel como Mammy, la fiel criada afroamericana de la familia O’Hara. Aunque Hattie no pudo asistir al estreno de la película por problemas raciales, tiempo después fue nominada al Oscar como actriz secundaria y se convirtió en la primera actriz de color en obtener un premio de La Academia del cine.
Lo que el viento se llevó consiguió 8 de los 13 Oscars a los que fue nominada: Mejor película, director, actriz protagónica, actriz de reparto, mejor guión adaptado (para Sidney Howard), fotografía, dirección de arte y montaje.
A la fecha sigue siendo una de las preferidas del público y, además, una de las más taquilleras de la historia. En su momento, Lo que el viento se llevó recaudó más de 400 millones de dólares en las taquillas de todo el mundo, una cantidad totalmente inusual para la época.