Los artistas viven una separación muy amistosa.
Aunque su romance llegó a su fin el pasado mes de septiembre, el actor Liam Hemsworth está orgulloso de que la buena química que un día marcó su relación de tres años con Miley Cyrus
haya derivado en un fuerte vínculo de amistad, una conexión de la que
no dudó en presumir la semana pasada durante una cena en Portofino,
Italia, en compañía de un grupo de amigos en la que se refirió a su ex
prometida como su “mejor amiga”.
“Durante la cena Liam no paró de hablar con gran entusiasmo de lo maravillosa que es Miley, la conexión tan fuerte que aún comparten y lo bien que se comprenden el uno al otro”, aseguró una fuente a la sección Page Six del periódico New York Post.
Ni siquiera el duro proceso de separar sus pertenencias en
común parece haber supuesto un motivo de discordia entre los dos
jóvenes, un trámite que dirimieron sin más problemas cuando Liam decidió abandonar el nido de amor de la pareja dejando que Miley
se quedase con la mayor parte del mobiliario que ambos habían
adquirido, una decisión que a día de hoy el intérprete sigue
considerando como la más lógica y apropiada.
“Liam también aseguró que Miley
y él habían comprado muchos muebles cuando todavía estaban juntos, pero
él decidió dejarlos atrás cuando se mudó ya que su nueva residencia
estaba completamente amueblada”, añadió.
Por su parte, la ex estrella Disney ha vivido toda una transformación desde que pusiera punto y final a su relación con Liam,
tanto en el plano físico como mental, donde considera que por fin ha
alcanzado la madurez necesaria para afrontar en solitario su carrera y
su éxito profesional .
“Cuando pasé por la dura ruptura -ya sabes, estaba
comprometida- y cuando estaba con él o cuando estaba en Disney, lo que
más ansiedad me producía era no saber qué haría después, cuando Disney
ya no estuviera ahí o cuando él ya no estuviera a mi lado. Pero ahora
no tengo ninguna de esas dos cosas y me encuentro bien”, aseguraba hace
unos meses la cantante durante una entrevista a la revista Elle, donde
apuntaba justo después lo a gusto que se encontraba estando soltera: “A
día de hoy, cuando me tumbo en la cama sola no tengo ningún problema.
Soy una persona más fuerte de lo que era tres años atrás, cuando pensaba
que me moriría sin un novio”.