El conocido como el "policía caníbal" de Nueva York, Gilberto Valle,
salió este martesde la cárcel después de que un juez federal anuló el
veredicto en su contra emitido el año pasado por un jurado, que lo declaró culpable de planear el secuestro de mujeres para violarlas, torturarlas, asesinarlas y comerlas.
El
juez Paul Gardephe consideró que "lo más probable" es que según las
pruebas existentes, las comunicaciones por internet de Valle en ese
sentido fueran "pura fantasía".
Después de que la fiscalía dijo que apelaría esa decisión, Valle fue puesto bajo fianza de 100.000 dólares, que su familia depositó, tras lo que salió en libertad.
"Quiero aprovechar esta oportunidad para pedir disculpas a todo el que se sintió herido, afectado u ofendido por mis acciones infantiles", dijo Valle, visiblemente aliviado al salir del tribunal.
El expolicía agradeció el apoyo de su familia y abogados, incluso de otros reclusos y funcionarios de prisiones, pero no quiso hablar más: "Quiero ir a casa, por favor, 21 meses, quiero ir a casa ya!".
Valle, de 29 años, había sido declarado culpable en marzo de 2013 de todos los cargos de los que se le acusaban, incluyendo conspiración para cometer secuestro, por lo que se arriesgaba a una sentencia de cadena perpetua.
Uno de los abogados de Valle, Julia Gatto, recalcó que su defendido "es culpable de nada más que de tener pensamientos muy poco convencionales", y afirmó que "no se puede encarcelar a la gente por sus pensamientos".
El juez Gardephe anuló la declaración de culpabilidad por el delito más grave de planificación de secuestro pero mantuvo el otro por acceder sin autorización a información federal a datos de posibles víctimas a través del National Crime Information Center (NCIC).
El policía, que permanecía en prisión desde que fue arrestado a finales de 2012, se enfrenta ahora a una pena máxima de un año de cárcel por ese segundo cargo, por lo que ya habría cumplido su sentencia.
Valle estaba aún pendiente de sentencia porque sus abogados habían apelado el veredicto del jurado al considerar que sus miembros no fueron capaces de establecer una diferencia entre sus fantasías o que realmente planificara hacerlas realidad.
"Pensaba atarla a algún tipo de aparato (...) cocinarla a fuego lento y mantenerla viva el mayor tiempo posible", según el fragmento de una de las conversaciones que mantuvo el agente por internet con otro acusado y que se pudo escuchar durante el juicio.
Los macabros planes del policía de Queens fueron descubiertos por su esposa, Kathleen Mangan, quien instaló un programa "spyware" en su computadora y encontró fotos de mujeres desnudas y ensangrentadas y correos en los que ella misma aparecía como posible víctima.
"Me encanta saber que ahora está dormida sin tener ni idea de lo que hemos planeado. Sus días están contados", aseguraba el agente en uno de esos correos electrónicos, en los que le pregunta a su interlocutor si no le parecía que su esposa estaba "sabrosa".
Valle se hacía llamar en internet "cazador de carne de chicas" y durante el juicio quedó demostrado que compartió fantasías caníbales y de torturas sexuales con al menos otras tres personas a través de internet.