Para las chicas que son un atractivo visual y entran al mundo de la
farándula, su mínimo trabajo es mantenerse en forma, con el objetivo de
ser el sueño húmedo de muchos caballeros, sin embargo, las ex novias de Hugh Hefner,
Karissa y Kristina Shannon dejaron ver que el cuidar su figura ya pasó a
segundo plano, lo malo es que se acentuaron sus imperfecciones.
Las gemelas en 2009 causaron todo un furor en la Mansión Playboy al ser las primeras hermanas que compartían el amor del magnate. Nadie dudó del buen gusto de Hefner por “enamorarse” de las jóvenes, aunque poco a poco ellas fueron mostrando su verdadera “esencia” polémica.
Así, entre arrestos, cirugías y paparazzos donde mostraban su vida loca, al final ellas fueron sacadas del “paraíso”. Ahora, a sus 24 años de edad, las Shannon están alejadas del glamour de la empresa del conejito y en recientes fechas se les vio corriendo por una playa de California y sobra decir que han cambiado... bastante.
En diminutos bikinis ellas se mostraron de lo más alegre, degustando con placer hamburguesas y papas fritas (antes, como en la imagen, eran exquisitos postres como las fresas bañadas en chocolate suizo).
En fin, con la vida de excesos era inevitable que perdieran su figura y tal como se pudo observar en fotografías difundidas recientemente, se acentuaron las imperfecciones, que se pueden ver en glúteos y piernas, además de que las prótesis en sus traseros ya no concuerdan con su complexión física.
Las gemelas en 2009 causaron todo un furor en la Mansión Playboy al ser las primeras hermanas que compartían el amor del magnate. Nadie dudó del buen gusto de Hefner por “enamorarse” de las jóvenes, aunque poco a poco ellas fueron mostrando su verdadera “esencia” polémica.
Así, entre arrestos, cirugías y paparazzos donde mostraban su vida loca, al final ellas fueron sacadas del “paraíso”. Ahora, a sus 24 años de edad, las Shannon están alejadas del glamour de la empresa del conejito y en recientes fechas se les vio corriendo por una playa de California y sobra decir que han cambiado... bastante.
En diminutos bikinis ellas se mostraron de lo más alegre, degustando con placer hamburguesas y papas fritas (antes, como en la imagen, eran exquisitos postres como las fresas bañadas en chocolate suizo).
En fin, con la vida de excesos era inevitable que perdieran su figura y tal como se pudo observar en fotografías difundidas recientemente, se acentuaron las imperfecciones, que se pueden ver en glúteos y piernas, además de que las prótesis en sus traseros ya no concuerdan con su complexión física.
