Articulo del diario Ultimas Noticias
Delia Fiallo cumplió el viernes 90 años. Para el momento en que atendió la llamada telefónica de Últimas Noticias estaba en su casa en Miami, alistándose para celebrar con su familia.
La
autora de decenas de exitosas telenovelas comentó que está tranquila “y
muy emocionada de cumplir años, rodeada de este cariño tan bonito que
me tiene la gente. Sobre todo de Venezuela, un país que quiero tanto”,
expresó.
La conversación con la autora de Leonela, entre otras,
fue breve, porque su esposo de hace más de 60 años, sus cinco hijos y 13
nietos la esperaban para ir a almorzar. “Estoy bendecida de poder celebrar este cumpleaños”, dijo.
Fiallo
no escribe una telenvela original desde Cristal (1985), pues el último
proyecto en el que trabajaba, La Felicidad, no lo concluyó y decidió
retirarse. En ese tiempo, le vendió los derechos de sus obras a
Televisa. Las versiones, según lo que ha declarado la cubana en varias oportunidades, no le han gustado.
Retomar
la escritura de su proyecto “congelado” no está en sus planes, pero sí
dijo que le están calentando la oreja para que adapte los títulos más
populares de su catálogo al cine. “Lo estoy pensando. Todavía no sé
cuáles estarían. Cristal, seguro”.
Aseguró que guarda bonitos recuerdos de Venezuela. “Los quiero tanto. Ese país lo único que ha hecho es darme amor. Los recuerdo y espero que pueda volver a visitarlo”.
Al
respecto señaló que no viene “desde que ganó Chávez. Los cubanos
tenemos un gran olfato para saber qué viene. Después de todo lo que vi
en mi país, cuando ganó ese señor supe lo que sucedería (que es lo que
está sucediendo) y decidimos no volver. Una lástima, porque quiero mucho
a Venezuela. Le debo mucho y les envío muchos cariños”.
La reina del culebrón. Fiallo estudió Filosofía y Letras en La Habana. Se aventuró a escribir una radionovela a finales de los 40.
El género era un éxito en Cuba. Su
hoy esposo era director de esos “dramas hertzianos” y lo conoció justo
cuando escribía unos de sus proyectos. No volvieron a separarse.
A finales de los 60 salió de Cuba junto con su familia, rumbo a Miami. Ahí armó su base de operaciones.
Gracias a su compatriota Enrique Cuscó pudo contactar con los dueños de Venevisión, televisora que transmitió su primera telenovela en el país, Lucecita.
A
partir de ahí sus culebrones se convirtieron en leyenda: Esmeralda, Una
muchacha llamada Milagros, Ligia Sandoval y Cristal, entre otras.