La actriz Sofía Vergara no ha hecho otra cosa que intensificar su ritmo de trabajo desde que confirmara el fin de su compromiso matrimonial con el empresario Nick Loeb, al que le unían casi cuatro años de relación sentimental, entre otras razones porque sumergirse en sus compromisos profesionales le ayuda a establecer nuevos vínculos afectivos que, de alguna forma, compensan el esfuerzo y le sirven para sacar el máximo provecho a su privilegiada situación económica.
"Para mí el éxito no se puede entender sin la felicidad personal. Y para mí, ser feliz es encontrarte rodeada de gente en todo momento con la que disfrutar de lo mejor que te ofrece la vida. De nada te vale ser rica y famosa si no tienes a nadie con quien compartir esas alegrías. Por suerte, he tenido la oportunidad de hacer muchos amigos gracias a mi carrera profesional y, además, estar siempre cerca de mis seres más queridos", explicó la estrella televisiva al diario británico Daily Mirror, dejando claro que su último desengaño amoroso está perfectamente superado.
Una de las razones que explican por qué Sofía se siente tan afortunada reside en el mismo hecho de que todavía no ha asimilado su meteórico ascenso a lo más alto de la cultura televisiva, teniendo en cuenta que es la artista mejor pagada de la pequeña pantalla en Estados Unidos a pesar de no haber cursado nunca estudios de interpretación. No obstante, esa falta de preparación ha sido compensada en los últimos años con dosis de incansable trabajo y con un don para la comedia que, en el futuro, le llevará a consolidar su presencia en la meca del cine.
"Sinceramente, siempre he dicho que no soy precisamente una actriz vocacional, nunca estudié interpretación y hasta el momento no he sido capaz de interpretar a un personaje con el que no me sintiera íntimamente relacionada. Pero he trabajado mucho para conseguir todo lo que tengo a día de hoy y mi carrera no va a terminar aquí. Probablemente empiece a centrarme un poco más en el cine cuando termine 'Modern Family', ya que quiero ver si puedo afrontar papeles más serios en el futuro", apuntó en la misma conversación, antes de confesar lo "intimidada" que se sintió al rodar recientemente con el legendario Woody Allen.
"Fue una experiencia muy peculiar, porque al principio me sentía muy intimidada en presencia de un hombre tan pequeño pero que, al mismo tiempo, acumulaba tanta sabiduría. Trabajar con él fue muy interesante, porque me di cuenta de que el miedo es capaz de sacar lo mejor de ti y al final ese temor acaba convirtiéndose en puro placer. Además, es un hombre muy cercano, hablamos de música, de cine, prácticamente de todo", concluyó.
"Para mí el éxito no se puede entender sin la felicidad personal. Y para mí, ser feliz es encontrarte rodeada de gente en todo momento con la que disfrutar de lo mejor que te ofrece la vida. De nada te vale ser rica y famosa si no tienes a nadie con quien compartir esas alegrías. Por suerte, he tenido la oportunidad de hacer muchos amigos gracias a mi carrera profesional y, además, estar siempre cerca de mis seres más queridos", explicó la estrella televisiva al diario británico Daily Mirror, dejando claro que su último desengaño amoroso está perfectamente superado.
Una de las razones que explican por qué Sofía se siente tan afortunada reside en el mismo hecho de que todavía no ha asimilado su meteórico ascenso a lo más alto de la cultura televisiva, teniendo en cuenta que es la artista mejor pagada de la pequeña pantalla en Estados Unidos a pesar de no haber cursado nunca estudios de interpretación. No obstante, esa falta de preparación ha sido compensada en los últimos años con dosis de incansable trabajo y con un don para la comedia que, en el futuro, le llevará a consolidar su presencia en la meca del cine.
"Sinceramente, siempre he dicho que no soy precisamente una actriz vocacional, nunca estudié interpretación y hasta el momento no he sido capaz de interpretar a un personaje con el que no me sintiera íntimamente relacionada. Pero he trabajado mucho para conseguir todo lo que tengo a día de hoy y mi carrera no va a terminar aquí. Probablemente empiece a centrarme un poco más en el cine cuando termine 'Modern Family', ya que quiero ver si puedo afrontar papeles más serios en el futuro", apuntó en la misma conversación, antes de confesar lo "intimidada" que se sintió al rodar recientemente con el legendario Woody Allen.
"Fue una experiencia muy peculiar, porque al principio me sentía muy intimidada en presencia de un hombre tan pequeño pero que, al mismo tiempo, acumulaba tanta sabiduría. Trabajar con él fue muy interesante, porque me di cuenta de que el miedo es capaz de sacar lo mejor de ti y al final ese temor acaba convirtiéndose en puro placer. Además, es un hombre muy cercano, hablamos de música, de cine, prácticamente de todo", concluyó.